Tras estar meses cerrados debido a la pandemia, Primark ha sufrido enormes pérdidas económicas, con las ventas a cero desde que se decretó el estado de alarma. Especialmente si lo comparamos con otros gigantes textiles como Zara y H&M, que han mantenido la maquinaria funcionando online. Pero Primark sigue sin abrir sus ventas en Internet. Esto levanta una pregunta inevitable: ¿no ha sido la pandemia el empujón que la firma irlandesa necesita para crear su imperio virtual? No. Y hay dos buenas razones para ello.
Una de las primeras cosas que muchos han hecho con la nueva normalidad ha sido ir a Primark. Las colas kilométricas en el centro de Madrid así lo demuestran. Hay ganas del shopping más low-cost, pero es que en pleno 2020 parece mentira que una firma con tanto éxito siga sin tener presencia online.
Primark ha tomado un camino comercial muy distinto al de Zara o H&M. Éstas últimas están centrándose en reducir sus establecimientos y elevar la apuesta digital. Mientras tanto, la marca low-cost por excelencia se mantiene en sus trece: tiendas gigantescas y nada de venta online. ¿Hay algo que Primark sepa que los demás no sabemos? ¿O es que sus directivos no se han enterado de que el futuro es virtual?
Su capacidad de expansión aún no lo ha dado todo
Quartz ha investigado el estudio de mercado que ha realizado la empresa de análisis financiero UBS, comparando los beneficios de diferentes firmas de moda, de Asos a Bohoo pasando por H&M o Zara. Y, por supuesto, Primark. Y han concluido que uno de los mayores puntos fuertes de la marca low-cost es que aún tiene una capacidad atroz para expandirse.
Aunque nos pueda parecer sorprendente, no hay tantas tiendas Primark. De hecho solo hay 373 y la mayoría están en Reino Unido. Esto no es nada comparado con las más de 2.000 que tiene Zara, según Quartz. Y estas son maravillosas noticias para la marca irlandesa: aún le quedan muchos sitios en los que expandirse, mucho terreno que cubrir y mucha demanda que suplir. Allí donde abra un nuevo Primark su fama le precede y las colas vendrán en masa. Es otras palabras, hay más posibilidades de expansión física para Primark que para otras.
La firma lo sabe y, en los últimos años, ha jugado a cambiar el formato para reclamar el máximo posible de atención y visitas en sus macrotiendas. Por ello ha saltado de aperturas en centros comerciales de extrarradio a abrir flagships imponentes en el mismísimo centro de la ciudad. Gran Vía en Madrid, Oxford Street en Londres y el Penneys original cerca de la antena de Dublín son la prueba de ello.
Si queremos los precios de Primark tendremos que ir a la tienda
La fuerza de sus tiendas físicas no es la única razón por la que Primark no abre tienda online. Hay una mucho más poderosa: el dinero. Según UBS, para que Primark mantenga esos precios tan reducidos debe contener sus gastos al mínimo. Poca publicidad, compra al por mayor y una logística eficiente que aprovechan cada céntimo de euro.
En este plan de hacerlo todo low-cost no se concibe vender online. La infraestructura de una página web supone una gran inversión, una que los márgenes de beneficio de Primark no podrían soportar sin aumentar sus precios. Según la estimación de UBS concluida por Quartz, Primark perdería 2,4 euros de cada pedido online de 37 euros. El beneficio de vender online es solo del 40% para ellos, demasiado bajo si lo comparamos con el de Zara (57%), Boohoo (54%) o H&M (53%).
"Lo que Primark ofrece a los consumidores no parece ser algo que pueda replicarse online. Mientras se demanden camisetas a dos euros la gente tendrá que ir a las tiendas" - Analistas de UBS.
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