Keira Knightley vistió un precioso diseño de la colección Crucero 2010 de Erdem hace unos días y eso me hizo fijarme en la colección al completo. Erdem Moralioglu se está consagrando como uno de los diseñadores de la Semana de la Moda de Londres y lo hace muy bien.
Sus mujeres son etéreas y femeninas, con ese toque chic que le gusta a cualquiera. Un estilo que se crea sin esfuerzo, pues sus piezas lo dicen todo. Son mujeres que se ven seguras de si mismas, en un estilo entre lolitas y campesinas setenteras. Rescata el boho chic y lo convierte en un estilo lady-like, medio vintage y medio rocker, sin los toques de metal y cuero.
Sus vestidos se inspiran en Oriente, en la Indochina precia a la independencia, ese look de mujer cuidada y linda. Lo mejor del caso es que los accesorios son innecesarios en esta colección Crucero 2010, las diminutas flores en los tejidos y los estampados coloridos le dan toda la vida que los diseños pueden necesitar.
Es una colección que creo que refleja el estilo de Kate Bosworth y Chloé Sevigny, a quienes no dudaría de ver enfundadas en uno de estos modelitos próximamente.
A diferencia de la colección de Primavera-Verano 2009, esta colección Crucero se decanta más por los cortos que por los largos, hay solamente dos diseños de maxivestidos, uno de los cuales es el de Keira en azul marino. El otro en marrón tiene la más sutileza e inocencia, así como la facilidad para llevarlo.
No hay un solo pantalón en Erdem, porque su mujer exalta la femineidad. las faldas rectas por arroba de la rodilla conviven con las circulares de los vestidos de inspiración años 50's. Las telas son seda y raso de seda, las cuales le dan forma y caída a los diseños. Los estampados florales están presentes en todos los diseños.
Los colores son muy básicos: marrón, azul marino y gris claro, mezclados con toques de blanco, naranja, amarillo y verde.
Lo único liso completamente es la chaqueta color tabaco que completa el look de un vestido muy clásico en corte, sin magas y recto. Los cinturones están presentes, pero en una versión mímina y muy delgada, sólo para marcar la figura no para ser protagonistas.
Los cortes a la cintura dividen la figura para hacerla femenina, dejando las blusas más holgadas para ser suaves, mientras que se mezclan con faldas rectas. El efecto contrario se logra si ajustamos la parte superior y le damos vuelo a las faldas circulares.
No se a ustedes, pero a mi me gusta mucho esta suavidad e inocencia, que al mismo tiempo tiene un toque chic.
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