Ayer saltó la noticia, el British Vogue lo anunciaba: Frida Giannini va a ser nombrada Directora creativa de la línea masculina de la casa de moda italiana Gucci, tras la dimisión de John Ray, que, hasta ahora, y desde la marcha de Tom Ford, era el encargado de las colecciones de caballero.
Al parecer, John Ray, que presentó su última colección hace un par de semanas en Milán, renuncia por motivos personales que no ha entrado a especificar. Sin embargo, la noticia, no es la renuncia de Ray, sino que Giannini se convierte en la jefa absoluta, en lo que a diseño se refiere, en Gucci, tal y como lo fue en su día el tejano, reconvertido en nariz para Estée Lauder.
La sorpresa se debe a que el Grupo Grucci, al que pertence la marca, confíe de nuevo en una sola persona, sobre todo, teniendo en cuenta que las críticas recibidas por la única colección femenina que ha presentado Frida Giannini hasta la fecha, la de la actual temporada primavera-verano 2006, no fueron en su momento precisamente favorables. Sin embargo, el mercado manda, y la romana podrá comprobar si se ha equivocado o no al dar un giro de 180º al estilo Gucci, inventado por Tom Ford, cuando acabe la temporada y hagan cuentas.
Frida Giannini (Roma, 1972) estudió Diseño de moda, en la Academia de Moda de su ciudad natal. En su curriculum constan los seis años que estuvo en la firma italiana Fendi como Jefe de estudio de marroquinería, el mismo puesto que ocupó en Gucci, desde diciembre del año 2002, durante la era Tom Ford. Era que supuso el resurgir de la marca, y que acabó en abril del 2004 cuando el estadounidense abandonó la dirección artística de Gucci e Yves Saint Laurent, los dos buques insignia del Grupo Gucci.
A partir de 2004 Giannini asumió la dirección artística de complementos, y consiguió que cada una de sus creaciones fuera un superventas en el mercado de los complementos de lujo. Su mayor logro: la colección de bolsos para el verano del 2005, a la que pertenece el bolso de la foto. Inspirada en los estampados florales que hicieron de Gucci la marca favorita de la jet-set internacional en los años sesenta y setenta.
Este éxito de la diseñadora convenció a los directivos de la firma que la nombraron ese mismo año Directora artística de la colección femenina, en sustitución de Alessandra Facchinetti, que había continuado con el estilo erótico de su predecesor, contando con el beneplácito de la crítica. Tras su nombramiento, Giannini dice que no pretende sustituir a nadie, y su primera colección de mujer para Gucci, que presentó el pasado 28 de septiembre en Milán, no va a ir dirigida a llenar las alfombras rojas.
La diseñadora italiana es clara "Venimos de un largo período monocromático. Y yo adoro los estampados y los colores. Lo que yo quiero hacer es un glamour inteligente para las mujeres de mi generación. Creo que, en este siglo, todas las mujeres quieren tener vida privada. Se pueden explorar cosas más allá de las celebrities y los Oscars" Sin duda, toda una declaración de intenciones que quedó reflejada en la colección que ya está a la venta, y a la que pertenecen todas estas fotos.
La nueva mujer Gucci no va todo el día de negro, ni de raso o terciopelo. Tampoco necesita enseñar su cuerpo constantemente para mostrarse sexy. Es más relajada y más práctica. Sin embargo, no convenció demasiado a la crítica oficial, a las gurús de la moda. Suzy Menkes ,que hace la crítica de moda para Herald Tribune, no se mojó, simplemente hizo constar el cambio. Y, todos sabemos, que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio.
En el Vogue USA, considerada "la Biblia de la moda" y dirigida bajo la férrea e influyente mano de Anna Wintour, no gustaron los trajes y pantalones pitillo, aunque les encantaron los vestidos de noche estilo años cuarenta. En cuanto a los vestidos de día con florecitas, Giannini sólo ha conseguido sembrar la duda entre la crítica, que entregada desde hace años a adorar a Tom Ford y sus eróticos diseños, no estaba preparada para que alguien se atreviera a hacer borrón y cuenta nueva. ¡Por Dios, no!
Claro, que lo mismo hicieron con el gran Stefano Pilati y su trabajo para YSL, y ahora, tres colecciones después de renegar del estilo Ford, y, en mi modesta opinión, recuperar el verdadero estilo Saint Laurent (que nada tenía que ver con lo que hacía el tejano), mueren por él.
Especialmente dura fue Cathy Horyn, crítica de moda del New York Times, que ha declarado en más de una ocasión que desde que Frida Giannini es la diseñadora de Gucci, a ella no le gusta Gucci. Pero yo puedo ser más dura todavía, jeje. No es que me disguste su colección, la única pega que le veo, no es que no siga con el estilo Ford, que ya aburre, sino su falta de creatividad.
Giannini ha ido a lo seguro, como muchos otros. ¿Qué es lo que vende? Slimane para Dior Homme, Pilati para YSL, el look cool de Chloé, y el "easy chic" de Baily para Burberry. Pues manos a la obra. Resultado: pitillos, bermudas con blusas románticas y vestidos ingénuos para el día, y glamurosos años cuarenta para la noche. Todo en un estilo muy prêt-à-porter, como debe ser cuando se trata de una firma italiana. Para el estilo alta costura ya está París. Y apostar por los complementos, soberbios, que son los que pueden salvarte una temporada.
No es una gran colección, ni siquiera es muy coherente, pero vista por partes es ponible y apetecible. Aunque coincido con Vogue USA, lo mejor, o lo que a mí más me gustó, son los vestidos de noche. Eso y los botines-mocasines. En fin, de momento ha convencido a las celebrities, pero habrá que ver cómo funciona. Y, sin haber pasado todavía por la criba del público, ya es Directora creativa de la línea masculina. Veremos cuánto aguanta el tirón, aunque, claro, eso lo tendrán que decidir los clientes de Gucci.
Vía | British Vogue Sitio oficial | Gucci