De la boda de Marta Ortega con el jinete Sergio Álvarez se pueden sacar varias ideas interesantes relacionadas con Inditex, ya que como tal, el evento en sí fue privado y lo disfrutaron solo los invitados, como debería ser lo natural. A quienes busquen imágenes de la boda lo tendrán imposible salvo unas de escasa calidad de fotógrafos al acecho de los coches que entraban al recinto. Ahí es donde vimos (mínimamente) el vestido de novia que Narciso Rodríguez diseñó para la heredera de Amancio Ortega.
A falta de fotos oficiales se dio a conocer un boceto del vestido en el cual, al parecer, Marta Ortega ha estado trabajando junto a su amigo Narciso Rodríguez, diseñador acostumbrado al mundo de las personalidades influyentes. Durante estos días se ha repetido mil veces su diseño para el vestido de novia de Carolyn Bessette cuando se casó con John F. Kennedy en 1996, además de ser referente por vestir a Michelle Obama en varios momentos claves, ceremonia de toma de posesión de Barack Obama en 2009 incluida. Entre sus clientes también se encuentran nombres como Salma Hayek, Jessica Alba o Sarah Jessica Parker, entre otras tantas caras conocidas de Hollywood.
Crónica social aparte, lo que resulta curioso de la boda de Marta Ortega es que tenga la oportunidad ante sus ojos de elevar a Inditex al máximo puesto posible de la moda y no lo haya hecho. Error tremendo de alguien que tiene ante sí el mayor imperio textil actual, trono disputado con H&M.
La idea es sencilla: te casas y eliges un diseñador para tu vestido. ¿Pero si te casas y detrás tuyo tienes una empresa como Inditex por qué necesitas buscar un diseñador fuera? Algo falla y aunque la elección parezca tan trivial no lo es. Es más, puede ser el gesto más envenenado que alguien tan importante de dentro haya dado a la empresa de cara al público.
Si yo como consumidor de a pie veo que la heredera de Inditex decide contar con Narciso Rodríguez como diseñador lo primero que pienso es: ¿y por qué no cuenta con un diseñador de dentro de su empresa? ¿Acaso no son buenos? ¿Acaso duda del trabajo de todos ellos? ¿Acaso le diseñarían un vestido clonado? ¿Si ella no escoge a su empresa por qué debería de hacerlo yo?
Entendería que no escogiese ningún diseñador de Bershka o Stradivarius, incluso de Pull and Bear por aquello de la diferencia de edad y contexto, pero se me escapa cualquier razón para no optar por la plantilla de Massimo Dutti, Zara o más aún, Uterqüe. Cualquier movimiento que hubiese hecho en pos de ellos habría dado a la empresa su mejor campaña de marketing de la historia. Exageración incluida en el IVA.
El lanzamiento de Uterqüe fue para que Inditex potenciase su presencia en un mercado intermedio entre las marcas de alto y medio coste. Una nueva marca destinada a hacerse con un público pudiente y amante de los buenos diseños (también cercanos a otras firma). Si Marta Ortega hubiese optado por el equipo de diseño de Uterqüe habría entrado por la puerta grande de ese público objetivo y habría situado a la marca en un estrato que difícilmente van a lograr de aquí a un tiempo (Inditex sigue pesando como sinónimo low cost).
Desde un inicio se filtró que Marta Ortega buscaba un diseño lo más sencillo posible. El minimalismo de Zara es bien es conocido, en especial cuando juega a ser Jil Sander o marcas similares, como Calvin Klein. Si a esto le sumamos el rumor desde WWD de que el vestido de novia sí iba a ser de Zara todo mejora. O no.
Por tanto, tal política choca con los movimientos de Inditex hasta el momento. La inversión en publicidad era cero pero tenían publicity asegurada con la compra de los mejores edificios en las localizaciones más selectas de casi todas las capitales del mundo.
Lo mejor de toda esta historia es que Sergio Álvarez, su actual marido, sí fue vestido de Massimo Dutti. La dualidad de criterios es aún mayor y perjudica más si cabe a la elección de la novia. ¿Por qué Sergio Álvarez sí que fue vestido de Inditex en vez de Ermenegildo Zegna (por poner un ejemplo)? ¿Acaso tiene que ver su pasado humilde? ¿El quiero y no puedo con Massimo Dutti y los que sí tienen poder con otras firmas?
No puedo evitar pensar mal y hacerme todo tipo de preguntas, con o sin sentido. Donde unos ven una boda lógica para lo que rodea Inditex (por aquello de la privacidad, intimidad, la ciudad, la sencillez, etc.) yo veo la peor campaña para una empresa que deja pasar la mejor oportunidad de la forma menos inteligente.
Como último chascarrillo: Inditex vuelve a demostrar su exitosa política de centralización de las exportaciones desde A Coruña a todo el mundo. Ellos se valen para llenar un buen número de telediarios, medios escritos y digitales de todo el mundo.