Si en España tenemos Ibiza, en Estados Unidos tienen los Hamptons, infinitamente más pijos y recatados pero refugio de los famosos más exquisitos durante el verano (el resto se reparte entre Miami y la West Coast, mucho más desenfadada y divertida, pero que da menos juego). El pasado fin de semana quedó inaugurada la temporada de fiestas en casa de los ricos y famosos.
Seguro que todos recordáis el capítulo de Sexo en Nueva York en que Carrie, Charlotte y Miranda acompañan a Samantha a una fiesta en la playa, es de las pocas veces que han salido las cuatro amigas en seis años de Nueva York, y era precisamente a los Hamptons. Algo deben de tener para haber logrado semejante mérito (en la primer temporada Carrie también iba allí casa de unos amigos, me acabo de acordar).
Lo que tienen es que son un enclave precioso y carísimo, con unas maravillosas casa todas blancas e igualitas a pie de playa, el punto de encuentro perfecto para todos aquellos habitantes del Upper East Side que quieren salir de vacaciones y encotrarse al vecino del tercero como si no hubieran salido de casa. Nosotros nos conformamos con Benidorm y Andreita...¿ o no?
Lo bueno de estas fiestas es que son de lo más glamouroso, y da gusta asistir a ellas, aunque sea desde la distancia y el anonimato. Y lo bueno también es que siempre suelen ser fiestas benéficas, que dices, mira, ya que se lo pasan estupendamente vestidos de etiqueta y por la cara, al menos, disfrazan el jolgorio de buena causa.
En la primera fiesta de la temporada pudimos ver a Daphne Guiness, a la que si todo lo que le sobra lo donara condonaría la deuda externa de muchísimos países. Pero ella no tiene la culpa de ser tan rica ni de que le guste la ropa tan cara.
A Karolina Kurkova, guapísima con un vestido blanco asatinado de Calvin Klein Collection.
A mi estimadísima Rachel Zoe, también de Calvin Klein Collection, pero de negro, y sospechosamente parecida a Mary Kate Olsen (a ver si van a ser la misma persona...).
Una impresionante Joey Bryant, la más guapa de la velada, con una falda lápiz y una camisa blanca anudada, todo de CK.
Y a una siempre informal Donna Karan con unos descomunales pantalones de odalisca, suponemos, de ella misma.
Vía | style
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Dave Sanders
Desconozco quién es la chica vestida de blanco con cinturón rojo de la primera foto, pero un diez para ella en estilismo. Su look, junto con el de Joey Bryant (look al que le doy no un diez, sino un doce puesto que adoro a más no poder las faldas lápiz), coincide a la perfección con mi estereotipo de glamour y elegancia (aunque esas sandalias blancas de tiras por encima de los tobillos no terminan de convencerme). Y en fin, qué decir de Donna Karan. Los looks que elige para sí misma casi nunca me convencen. Recuerdo una foto de ella que ví en la revista Cuore en la que la diseñadora optaba por una superposición de prendas incombinables y exageradas que me dejaron horrorizado. Aún así, suele gustarme su forma de vestir a las demás y actualmente estoy detrás de su perfume Be Delicius para hombre, que me encanta. Dave Sanders.
Laia Cenea
La chica de blanco es Astrid Muñoz, modelo puertorriqueña de los noventa. un beso Dave.