Pull and Bear se mostró en septiembre muy británica y sixtie. Para este mes de octubre con el nuevo lookbook llegan cambios. Ahora la colección está dominada por los amish capitalistas y con ellos una mujer joven sin miedo a la hora de mezclar tendencias.
Iulia Cirstea es la nueva imagen de Pull and Bear para octubre en una sesión de fotos en manos de Xevi Muntané con un estilismo de Alberto Murtra.
El juego de capas es clave. Otoño, más frío de lo normal y toca abrigarse, o al menos aparentarlo, ya que unos shorts diminutos no son lo más adecuado para las bajas temperaturas pero toca ir mona… Punto y cuadros junto a unos zapatos perfectos para seguir a los Oxfords actuales (por 39,99 euros).
Lo queramos ver o no, la moda grunge de los 90 es una de las inspiraciones de esta temporada. En Pull and Bear no podía faltar ya que es lo más adecuado a su estilo y a su público. Cardigans trenzados y de punto grueso, las camisetas estampadas (en este caso el mensaje es poco grunge) y todo combinado con metal.
Las mini faldas tubo no ayudan, por mucho brillo que lleven en ellas. Mejor un abrigo más gordo con borrego y un maxi cardigan de ochos (25,99 euros).
Dicho estilo queda mejor con algo más amplio y sin ositos amorosos. También sin tanto metalizado si lo de arriesgar no va con vosotras, por lo que sustituimos el metal por el encaje en una falda tubo (12,99 euros) junto unas calzas altas en negro y unas bufadas bien larga.
El gusto por las prendas de varias tallas por encima a la personal no es solo propiedad del Pull and Bear, sino que es algo compartido por muchas marcas estos meses.
Vestidos, jerséis, abrigos… todo es maxi y todo tiene ese toque despreocupado de cierta escuela moderna conocida bajo la etiqueta bohemia (sin ser ellos nada de eso). Botines por 49,99 euros.
De ahí que tengamos tanta mezcla de capas y tendencias. Un aspecto desaliñado pero muy pensado. Encaje junto a estampados y geniales americanas de paño (39,99 euros). Además de calzas y botas, las cuales también se arrugan, que nada parezca impoluto.
Grecas aparte, los sombreros (12,99 euros) se mantienen como complemento de moda aún en el otoño para cantar el 'Te estoy amando locamente' aunque con esos jeggings sea complicado.
Junto a las grecas el encaje y los little black dresses acompañados de los botines con cuña (39,99 euros).
Después ya entramos de lleno en la vida dorada. La crisis es lo único que no ha apagado. La ruta del dorado como tendencia durará hasta el próximo verano como poco, donde ya parece ir a menos.
Vestidos cortos con botines de boxeador.
O incomprensibles juegos de capas que mejor olvidar y borrar de la memoria.
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