Adoro a Natalie Portman. Y adoro a Rodarte, pomposa que es una. Así que cuando llega a tus oídos que ellas tres se unen en una película, palmas de alegría que da. Nadie podía encarnar mejor la languidez, en este caso un tanto oscura, de un cisne.
Y quién mejor que las más jóvenes reinas de los gowns de alfombra roja, Laura y Kate Mulleavy, para crear sus vestidos de ballet, sus tules, sus corpiños de plumas.
No hay mejor augurio que estas imágenes y su muy apoyada nominación al Oscar para comprender que estamos ante una maravilla.
Sin duda la visión del mundo de ballet de Darren Aronofsky, director de la película, junto con la diseñadora de vestuario Amy Westcott, me llevará corriendo a una sala de cine aunque sólo sea por su dirección artística y de vestuario.
Ambos buscaron un diseñador contemporáneo que elevara las piruetas del clásico Lago de los cisnes a otra altura, y las hermanas Rodarte fueron las elegidas.
Hay películas en las que su vestuario sin duda ejerce un papel principal y no secundario. Recuerdo en estos momentos el Drácula de Coppola a quien la genial Eiko Ishioka dotó de dramatismo, teatralidad y genialidad.
Y todo parece indicar que las Rodarte triunfarán en éste, uno de sus proyectos más ambiciosos, que aunque sin nominación al Oscar las ensalzará definitivamente en el olimpo de la moda.
Fotos| Fashionary