Ahora que ya ha pasado más de dos semanas del fin del mes de la Semanas de la Moda os pregunto: ¿qué desfile recordáis de todos los que hemos visto? Y no me vale que me habléis de las Barbies de Moschino ni al momento protesta de Chanel, yo hablo de la ropa presentada por los diseñadores. Y la respuesta será, posiblemente, ninguno.
Y es que si por algo se han caracterizado estas semanas de la moda es de la falta de originalidad de sus propuestas. Se pueden contar con los dedos de una mano los desfiles que han aportado algo nuevo al mundo de la moda y es que al parecer, la próxima temporada primavera-verano 2015 será más de lo mismo.
Las colecciones Resort y las Pre-Fall cada vez tienen más importancia para las firmas en lo referente a las ventas. Los propios diseñadores confiesan que con ellas hacen el 70 % las ventas y puede que por ello las colecciones principales tengan cada vez menos protagonismo.
Algo así debió pensar Nicolás Ghesquière para su nuevo Louis Vuitton, un desfile cuya primera parte era una sucesión de looks que ya habíamos visto durante su show en Mónaco o incluso en la colección otoño-invierno 2014. Una cosa es mantener una continuidad con tus colecciones y otra mostrar lo mismo.
Si buscamos “culpables” para esta sequía creativa los podemos sacar de debajo de las piedras: la austeridad que impera en medio mundo por culpa de la crisis económica, el buscar más el espectáculo en el desfile que el mostrar un buen producto, los tiempos que marca esta industria de la moda cada vez más rápida…
Pocos firmas se han librado de los desfiles insulsos o de presentar colecciones no tan buenas como a las que nos tenían acostumbrados: Valentino, Givenchy, Burberry o Céline por nombra unos pocos, se han rendido al ahora, apostando por prendas o accesorios que ya hemos visto, reminiscencias de otros diseñadores (que por cierto, ya que te metes, hazlo mejor, Riccardo) o que no llegan a ser tan perfectas como en desfiles anteriores.
Como ya he dicho, parece que en estos tiempos lo que más importa es el cómo y no el qué. Se busca la foto para Instagram o las portadas de las ediciones digitales de las revistas pero no a través de una nueva técnica o una colección que deje al espectador con la boca abierta, sino con una oda a una muñeca o con un desfile protesta con el que, por suerte, no todos tragaron.
Sea de quien sea la culpa, lo cierto es que la próxima temporada primavera-verano 2015 va a ser de lo más insulsa, así que yo ya tengo todas mis esperanzas e ilusiones puestas en el Pre-Fall 2015.
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