Zara es aburridísima y Z3D es su salvación por dos razones que solo las expertas en moda han sabido ver

Ay, Zara de mis entrepechos, te confieso que hacía demasiado tiempo que no me decías nada. Recuerdo tus días dorados, cuando te adelantabas a las tendencias y eras la reina del baile. Permitidme que me ponga nostálgica, pero es que últimamente su esencia se había diluido entre vestidos negros, traje de chaqueta con un puntito oversize que luce moderna de barrio Salamanca, mocasines y escotes halter de bohemia wannabe. Sí lo digo: me aburro y Z3D lo ha cambiado todo.

Zara Z3D ha recuperado la magia y las ganas de vestirse sin vibes de misa de domingo. No lleva ni 24 horas a la venta y ha devuelto a la firma de Inditex al lugar que ocupaba en 2015, cuando hasta Man Repeller vestía Zara. Esta línea para adolescentes de 12 a 14 años ha roto (por fin) ese círculo vicioso de repetición que parece asolar a los creativos del grupo Inditex y que hace imposible discernir entre Bershka, Stradivarius o Lefties.

Ropa para adolescentes sin sexualizar, por favor y gracias

Empezamos por la novedad más importante: la ropa no es ajustada, transparente, llena de aberturas, escotada al extremo y totalmente sexualizada. Que yo no sé en qué momento nos pareció una buena idea aceptar colecciones así para adolescentes prepuber, pero no hacía falta. En Zara Z3D hay mezclas de estampados locas, cortes oversize y unisex, capas y mixes divertidos que abogan por la creatividad y la libertad para expresarse a través de la moda, sin género o etiquetas.

Como experta en moda que pasa el día en un mar de tendencias Z, confirmo que esto era ya necesario para que nuestras niñas no crezcan odiando sus cuerpos y totalmente constreñidas por un sistema patriarcal que les hace someterse a un canon de belleza demencial y comparar su cuerpo con el de mujeres totalmente desarrolladas antes incluso de que tengan pelo en el pubis. Maxipunto para Z3D.

Zara Z3D es el movimiento anti-Samba que necesitábamos

Más allá de la sexualización, el segundo problema de las tendencias actuales es la repetición. Culpo a TikTok que nos obsesiona a todas con lo mismo. Que si las Samba. Que si la pinza de flor balinesa para el pelo que debería estar en el apartado de plagas del Ministerio de Agricultura. Que si el top palabra de honor de Bershka que he visto hasta 14 veces en la misma fiesta. Basta, por favor, auxilio, socorro.

El nuevo lanzamiento de Zara es el anti-Samba por excelencia. Aquí no hay prendas virales que toda España tiene en el armario. Aquí hay purito estallido de ideas que, aunque parece que el armario ha explotado en tu cara, curiosamente funciona. Es la mezcla de opuestos, de vestidos largos con camisetas grunge y de pantalones de chándal con camisa. Es la vuelta a la estética anti-chic de los 2010 que encabezó Leandra Medine y que convirtió vestirse de forma random en todo un arte.

Será que los adolescentes aún no están contaminados por la monotonía del dresscode de oficina. Será que tienen ganas de divertirse con su ropa o que no temen arriesgar y que las abuelas los miren con desaprobación en el metro. Será que en ese oscuro lugar llamado 'pubertad' no existen reglas y convenciones del "buen vestir" que las millennials ya no nos quitamos de encima ni con exorcismos. Pero miren, yo me mudo allí porque esas fantasías en talla 12 las quiero en una 40.

Fotos | Zara et al.

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