El estado de Hidalgo resguarda un tesoro colonial que, cada año, se rodea del agua de la Vicente Aguirre
En México, la fusión de maravillas naturales con la arquitectura colonial refleja la historia y la riqueza turística de cada uno de los estados del país, sin embargo, son pocos los destinos que, cada temporada, emergen en toda su gloria como lo es esta iglesia sumergida en las aguas de una presa.
En el corazón del estado de Hidalgo y dentro de las aguas de la presa Vicente Aguirre, se encuentra un tesoro histórico que ha cautivado a locales y visitantes por igual: la antigua parroquia de San Antonio Corrales. Esta enigmática construcción religiosa, que data del siglo XVII, ofrece un viaje en el tiempo a una época en la que la vida rural se desarrollaba en armonía con la naturaleza.
La historia de la iglesia sumergida se remonta a la construcción de la presa Vicente Aguirre en la década de 1950. Con el objetivo de impulsar el desarrollo agrícola de la región, se decidió inundar la zona, lo que lamentablemente significó el desplazamiento de numerosos poblados, entre ellos el de San Antonio Corrales.
La iglesia, como símbolo de la fe y la comunidad, quedó atrapada bajo las aguas, convirtiéndose en un silencioso testigo de un pasado que se desvanecía. Durante décadas, la iglesia permaneció oculta bajo el embalse, guardando celosamente sus secretos.
Sin embargo, los caprichos de la naturaleza y los cambios en el nivel del agua han permitido que, en ocasiones, la parte superior de la estructura emerja a la superficie o se pueda apreciar su estructura por completo en los días de sequía.
Estos eventos han despertado un renovado interés por este enigmático lugar, convirtiéndolo en un destino turístico que atrae a aquellos que buscan conectar con la historia y explorar lo desconocido.
Visitar la iglesia sumergida es como adentrarse en una cápsula del tiempo. Sus muros, erosionados por el paso del tiempo y el agua, cuentan la historia de un pueblo que alguna vez floreció en este lugar.
Ahora, con el temporal de lluvias de agosto y septiembre, la iglesia de San Antonio Corrales vuelve a verse rodeada de agua, por lo que es el destino perfecto para conocer y maravillarse con la arquitectura del sitio y de la naturaleza que lo envuelve.
Acerca de este sitio, consideran que es "un hermoso lugar en dónde puedes disfrutar del aire fresco y relajarte", como comenta Isaac, sobre las actividades que puedes realizar en este lugar, no hay muchos atractivos, más bien es "un lugar de esparcimiento al aire libre ideal para salir a caminar y pasar un buen rato en familia" como apunta Benjamín Burgos.
¿Cómo llegar a la presa de San Antonio Corrales desde la CDMX?
El trayecto hasta este lugar dura un total de 4 horas aproximadamente, para llegar a tu destino, Accede a Cto Exterior Mexiquense/México 57D en Las Américas, Ecatepec de Morelos desde Av. Gran Canal del Desagüe y Autop. Urbana Siervo de la Nación, conduciendo por 17 kilómetros.
Sigue por México 57D y Arco Nte./México - Tuxpan/México M40D de Cuota hacia Carr. a Michimaloya en Hidalgo. Toma la salida en dirección a México 45/Centro Tula de Arco Nte./México - Tuxpan/México M40D de Cuota, este trayecto es de 89 kilómetros.
Por último, toma Francisco I. Madero - Tula de Allende/Hidalgo Tula de Allende por 51 kilómetros más hasta llegar a tu destino.
Fotos de Capturando Hidalgo | Viaje de Carlos
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