Si hay algo que deja claro Jeremy Scott en cada propuesta es que viajar al pasado (sea cuál sea el momento histórico) para inspirarse es una de sus mejores habilidades. El estadounidense, que ha despedido el show de Moschino con un cabestrillo en el brazo izquierdo formado por un tejido satinado en color rosa (todos los detalles cuentan), ha escogido para la ocasión una de las etapas más convulsas a nivel político de nuestra historia: la Revolución Francesa.
La revuelta, que tuvo lugar a finales del siglo XVIII, es recordada tanto por sus acontecimientos sociopolíticos como por la estética que reinó en la época. Maria Antonieta, una de las figuras más recordadas del tiempo, es un icono cultural de la historia (retratada por varios artistas como Vigée-LeBrun, Martin van der Meytens y Paul Delaroche), del que Moschino se alimenta para crear una colección que representa la esencia más pura de la firma.
La rebeldía, la irreverencia, la teatralidad y la locura creativa son cuatro de las palabras que definen el universo creativo de Jeremy Scott y que vemos, de nuevo, en su desfile Otoño-Invierno 2020/2021. Los vestidos de alforja (propios de la época de Antonieta) reducen su falda y se convierten en minivestidos con alma ochenta. Estos han sido, sin duda, los mayores protagonistas encima de la pasarela, pero no los únicos. El estampado toile de Jouy, el patrón arquetípico del siglo XVIII que todos tenemos en mente, nos hace soñar con la belleza estética del rococó.
Scott otorga el toque años a la propuesta empleando chaquetas de cuero (convertidas en vestidos de forja), tejidos satinados llenos de brillo, hombros bien marcados y colores vibrantes y llamativos. Asimismo, emplea un estampado que recuerda al tapizado de los muebles clásicos bañado en terciopelo de mil colores.
El uso del tul en algunas faldas, discreto pero presente, afirma que es una tendencia que sigue muy viva. En cuanto a los detalles, los lazos, los guantes de satén, las botas XXL acordonadas y los cake bag han sido los reyes de la pista.
Para ir despidiendo el show, Jeremy Scott presenta con una serie de diseños que parecen, de forma literal, enormes pasteles. Las modelos, enfundadas en lo que parecen ser incómodos vestidos, pasean como si fueran enormes tartas de tres pisos y lucen unos peinados desorbitados propios de la era (que se repiten a lo largo de todo el desfile).
Los dos últimos looks, en los que vemos Gigi Hadid (que, por cierto, ha desfilado con otras modelos de la talla de Bella Hadid y Kaia Gerber) en un vestido de corte cocoon formado por mil flores y a la que sería una novia en la imaginación de Scott, cierran un show que recuerda a la época más brillante de creadores como Galliano.
Moda, historia y teatralidad conviven en la colección Otoño-Invierno 2020/2021 de Moschino y dan alas a la infinita creatividad del genio Jeremy Scott. Bravo.
Fotos | Imaxtree
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