Cuando pensamos en una mujer icónica de la industria del cine cuyo legado sigue vivo a pesar de los años, uno de los primeros nombres que aparece en nuestra mente es el de Audrey Hepburn. La actriz nacida en Bruselas en el año 1929 marcó un antes y un después en el mundo de la moda por una infinidad de motivos.
Hepburn, ganadora del Oscar a Mejor Actriz por su interpretación en Vacaciones en Roma, vivió una de las relaciones más entrañables de la industria del séptimo arte y de la moda junto al modisto Hubert de Givenchy. Este idilio artístico, que marcó la vida de la actriz tanto a nivel profesional como personal, ha originado algunos de los mejores estilismos de la historia contemporánea.
Sofisticación, elegancia, sensibilidad, delicadeza y un porte exquisito son algunos de los sinónimos aptos para describir el estilo de Audrey Hepburn. El legado de la actriz, que sigue más latente que nunca, es un punto de referencia para toda una generación que ha crecido soñando con pasear por la Quinta Avenida de Nueva York con un espectacular vestido firmado por Givenchy (al igual que hizo Holly Golightly en la mítica película Desayuno con diamantes).
Para conocer -más en profundidad- la herencia de Audrey Hepburn en el universo del cine y de la moda, repasamos algunos de los looks de la actriz que han dejado señal en los anales de la historia del siglo XX.
Vacaciones en Roma (1953)
La película dirigida por William Wyler estuvo a punto de no tener a Hepburn como actriz protagonista. El estudio quería a Elizabeth Taylor como rostro principal para el film junto a Gregory Peck, pero -por suerte- Wyler descubrió a una joven Audrey Hepburn en una audición rutinaria y decidió que su frescura, inocencia y carisma eran todos los ingredientes que debía tener el personaje de la princesa Anna.
El acierto por parte del director fue tal que Hepburn fue galardonada con el Premio Oscar a Mejor Actriz por este trabajo. Esta es, sin lugar a duda, la película que catapultó a Hepburn a la fama. Respecto a sus looks como princesa Anna, Edith Head -la icónica estilista de la época dorada de Hollywood- fue la encargada de vestir a esta nueva "Cenicienta moderna".
La evolución del personaje de Anna acompaña a la elección del vestuario y vemos como la princesa apuesta por la silueta New Look que creó Christian Dior en los años 50: cuerpo ceñido, cintura estrecha y falda amplia circular. Una elección que dibujó a la mujer durante toda la década.
Sabrina (1954)
Apenas un año después, Hepburn volvió a la gran pantalla con el papel de Sabrina en el film homónimo y estuvo nominada a Mejor Actriz en los Oscars. Aquí se inició la estrecha relación entre la actriz y Hubert de Givenchy -ya que la pareja se conoció en 1953 tras el éxito de Vacaciones en Roma-.
Ella era una estrella floreciente en Hollywood -pero no era muy conocida en Euroa- y él un joven modisto con muchas ganas de triunfar. Audrey Hepburn visitó el estudio del diseñador, situado en el número 8 de la Rue Alfred de Vigny de París, para proponerle que fuera el artífice del vestuario del nuevo film que iba a protagonizar y él aceptó la invitación.
De este modo, los estilismos de Sabrina fueron creados por el francés. Entre ellos, destacan el total black en forma de pantalón crop y jersey de punto, el vestido largo blanco con bordados de flores en color negro y el vestido de cóctel negro con silueta New Look y escote cuadrado. El éxito de la primera colaboración entre Givenchy y Hepburn fue el precursor de un vínculo que se prolongaría durante décadas.
Una cara con ángel (1957)
Viajamos hasta 1957 para descubrir una película donde Hepburn brilla con especial magia, Una cara con ángel. En esta ocasión, Edith Head fue la responsable del vestuario global de la película, pero Givenchy diseñó -en exclusiva- una serie de vestidos a medida para su amiga íntima Audrey Hepburn.
Uno de los más recordados es el icónico vestido rojo con el que Hepburn bajaba las escaleras del Louvre. También merece la pena apuntar que el vestido de novia que lucía Jo -con una amplia falda al estilo bailarina- fue una obra maestra de Givenchy que planteó modernidad e innovación en el sector de la moda nupcial de la época.
Por último, el total black que luce la actriz en una de las escenas de baile es un estilismo atemporal con un eterno pantalón pitillo negro que sigue en primera línea en nuestros tiempos.
Desayuno con diamantes (1963)
Llegamos a la película por la que Audrey Hepburn es recordada por el gran público: Desayuno con diamantes. El film basado en la novela de Truman Capote sucede en Nueva York y retrata algunos de los looks más famosos de la historia de la moda en el séptimo arte.
El vestido negro con el que Hepburn come croissant delante de la mítica joyería Tiffany & Co -ideado por Givenchy, como todo el vestuario de la película- es una de las prendas icono de la cultura pop, pero hay vida más allá para Holly de este precioso vestido.
El abrigo de cuello chimenea y mangas abullonadas bañado de eléctrico naranja es el protagonista de una de las citas más divertidas de la película y es una prenda que podríamos ver sobre la pasarela en la actualidad.
El vestido fucsia tipo cóctel con el que Holly tiene una cita con José da Silva Pereira también forma parte del imaginario de la cultura de los años 60. Audrey Hepburn luce de lo más estilosa con este diseño de cuello cuadrado, con tirantes y corte a la rodilla.
La camisa blanca de aires masculinos y cuello mao que lució Golightly es una de esas piezas atemporales que ha logrado un lugar privilegiado en la historia de la moda. Es una prenda que se ha convertido en un básico del fondo de armario y que ha logrado disipar las diferencias entre moda femenina y masculina.
Por último, uno de los looks más fáciles de imitar de la película Desayuno con diamantes está protagonizado por una prenda cuyo impacto nunca desaparece: el clásico e inmortal trench (que ha estado muy de moda durante estas últimas temporadas, sobre todo en las entrañas del street style).
Charada (1963)
Gary Grant y Audreh Hepburn nos hicieron soñar con un París de postal en la inquietante película Charada. El estilo propio de Jackie Kennedy inundó los looks de la protagonista, Regina Lampert.
En esta película, Hepburn apuesta por el color en su máximo esplendor. El rojo carmín y el amarillo mostaza tiñen dos de los estilismos más recordados de esta película. El primero, protagonizado por un precioso traje dos piezas formado por una chaqueta tipo tweed y una falda a juego, el segundo por un impresionante abrigo con cuello chimenea. Dos estilismos que podrían forman parte de cualquier amante de las últimas tendencias en este 2020.
My fair lady (1964)
Eliza Doolittle es uno de los personajes interpretados por Hepburn que recordamos con más cariño gracias a su personalidad única. El musical, que ganó nada más y nada menos que ocho Oscars (incluyendo el de vestuario), destacó gracias a una gran producción y a una indumentaria de ensueño orquestrada por Cecil Beaton.
Beaton mostró la grandilocuencia de la época eduardiana en unos trajes repletos de detalles. Además, tuvo la oportunidad de vestir las dos caras de Eliza: tanto la versión sencilla de sus inicios con Henry Higgins en el hogar del mismo hasta el salto a la alta sociedad en escenas tan emblemáticas como la carrera de caballos de Ascott, donde luce uno de los estilismos más característicos de la historia del cine en forma de vestido de encaje blanco de L'Wren Scott que estrellas como Nicole Kidman han reproducido a lo largo de las décadas.
Dos en la carretera (1967)
Finalmente, nos trasladamos al año 1967 para rememorar una película que materializa, a la perfección, el estilo que marcó la década de los años 60: Dos en la carretera.
En este film vemos a una Audrey Hepburn luciendo piezas modernas adaptadas a los nuevos tiempos firmadas por diseñadores clave de la época como Paco Rabanne y Mary Quant.
Entre vaqueros de corte vintage, zapatillas de lona tipo Victoria y vestido de efecto metalizado, admiramos la fuerza y la valentía del personaje encarnado por Hepburn: Joanna Wallace. En esta obra dirigida por Stanley Donen observamos a Audrey Hepburn en una etapa más madura de su trayectoria.
Sola en la oscuridad (1967)
El año 1967 fue especialmente prolífico para Hepburn y también estrenó una de sus obras enmarcadas en el género thriller: Sola en la oscuridad. En este film capitaneado por Terence Young, Hepburn fue la encargada de escoger las prendas que luicó durante el rodaje, que ella misma adquirió en París.
A lo largo de la película, admiramos un vestuario formado por prendas de finales de los años 60 que podrían formar parte de un armario actual. Unos atuendos básicos, como un jersey de punto de cuello alto de color marrón chocolate o un jersey fino en rosa palo, en la que Hepburn demuestra que la elegancia y la sofisticación no son, siempre, sinónimo de grandes pomposidades.
En resumen, Audrey Hepburn supo mostrar en cada película las tendencias de moda que marcaron a la sociedad en cada momento. Convirtiéndose, de este modo, en un icono irremplazable cuyo incalculable impacto en la industria del cine y de la moda perdura sin fecha de caducidad.
Fotos | Desayuno con diamantes, Charada, Sabrina, Dos en la carretera, Una cara con ángel, My fair lady, Sola en la oscuridad
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