Es jóven, alta, natural de las colinas californianas que rodean Los Ángeles pero recientemente mudada a Nueva York y comparte plano semanal con Olivia Palermo en una serie que pueden ver todos aquellos con plataforma digital. Es también la misma que acudía esta misma semana a una de esas fiestas hollywoodienses para nuevas generaciones en potencia, organizada por la revista Nylon.
Sé que lo sabéis porque si habéis visto una foto suya en este evento en lo primero en lo que habréis fijado es en sus pies….
O no. Porque menudo vestido chillón se marcó el otro día Whitney Port. Que la colección de Rachel Roy para la próxima Primavera-Verano 2010 es cantona, lo sabíamos de antemano por mucho que vistiera de negro a Liya Kebede en el MET, pero de ahí a atreverse con semejante modelo dice mucho de la herencia costa Oeste de la Port.
Y ese largo que ni es largo, ni es corto, sino todo lo contrario, solamente favorece a dueñas de piernas kilométricas como las suyas.
La noche iba de tonos fuertes y sino que se lo digan a Vanessa Hudgens y su apuesta morada.
Estaba guapísima con su moño alto.
De rubia a morena y tiro porque me toca, nunca destaca y aprueba sin nota: Ashley Tisdale.
Me quedo con Ashley Greene y su strapless dress color miel y a motas. De D&G Pre-fall 2010.
Una prenda que ella usa a modo de vestido cuando estaba destinada a ser falda.
Aunque para look destacable de la Greene, mucho más recatada, eso sí, su atuendo en los Young Hollywood Awards entregados la noche del 12 en la ciudad de las estrellas.
Un vestido de Antonio Berardi Otoño-Invierno 2010/2011 que le sentaba estupendamente.
El estilismo más original de ambas veladas era sin embargo el tributo musical de Shenae Grimes. Sus leggins de brillantina son el mejor homenaje rendido a la Olivia Newton-John de Grease en los últimos tiempos.
Qué mona está esta chica la mayoría de veces, porque peculiar es un rato y eso la hace visible, pero cúan irreconocible tantas otras….¿no?