Con esto de que las Semanas de la Moda se encadenen las unas con las otras, saltamos de ciudad en ciudad sin darnos apenas cuenta: hace una semana escasa estábamos en Nueva York, saltamos a Londres pasando por Madrid para llegar a Milán y dejar paso a París, que arranca ya (este martes). La meca italiana de la moda es parca en transgresiones sobre la pasarela pero muy dada a fiestas con personajes de lo más variopinto, y sino atentos al duo formado por Pixie Geldof y Courtney Love, a las que pudimos ver juntas y abrazadísimas en la fiesta organizada por el portal digital de la revista Vogue.
Una extraña pareja como poco.
Courtney, la misma que destrozara hace escasos días un Miu Miu que teníamos todos en la retina bordado por Chloë Sevigny, parece que se ha aficionado a darle su estrambótico toque personal a todo aquello que se pone: esta vez vivía su propia fantasía de hada enfundada en un Roberto Cavalli Primavera-Verano 2010.
Pero es que hay excentricismos y excentricismos, porque a Daphne Guiness por ejemplo, se lo perdonamos todo. Sobre todo por su debalididad por Alexander McQueen y sea de las pocas mujeres, además de Lady Gaga, en atreverse con sus zapatos armadillo. Y es que esa era y es la magia de Alexander, que lo mismo estaba hecho para vestir a nobles histriónicas que a divas surrealistas.
Para cordura en versión clásica ya están dos señoras como Anna Wintour y Franca Sozzani.
La primera, con un Prada Primavera-Verano 2010 irreconocible de lo modificado.
Y la segunda con un impecable Gianfranco Ferré, misma temporada.
El punto yankee de “yo aquí no pinto nada” lo ponía una Lindsay Lohan envuelta en flecos dorados.
Con un minivestido de Roberto Cavalli Pre-Fall 2010.
El toque chic lo ponían sin embargo Claire Danes y Zoe Saldana.
El pabellón europeo de chicas it lo dendían sin embargo una Margherita Missoni en uno de esos días en los que su look bohemio no se entiende.
Y una siempre perfecta Bianca Brandolini D’adda.