Si me pongo a recordar a Patricia Conde la veo enfundada en sus Balmaines y sus botas de Isabel Marant y Balmain. Le gusta una prenda it, como a Marta Sánchez, más que a un tonto un lápiz. Otras como Paula Echevarría van más por los derroteros de low cost, clones y copias y además lo dicen y publicitan pero a ella le gusta lo original, aunque sea un horror.
Sí, sí, ay cómo mola, ay cuánta moda, ay qué Givenchy más chulo que llevo pero la idea es un horror y lucirla aún más. Cuando una sale espantada cada vez que se encuentra un rotweiler por la calle no me vaya a cortar la yugular, más por la mala educación que le haya trasmitido su dueño que por otra cosa, van algunos y ponen de moda estamparlos en tu busto. Y van algunas y lo lucen.
Así es la moda y así lo ha lucido ella en la presentación de un calendario para una ONG. No lo veo yo lo más apropiado para presentar nada con tintes solidarios y filantrópicos pero creo me parece que visto lo visto estoy demodé.
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