Las vimos recientemente en Milán, también en París, y por supuesto, en su ciudad natal, Nueva York. Es lo que tiene ser joven, sin compromisos y con un buen colchón en la cuenta bancaria, que puedes viajar sin preocupaciones. Ahora toca el turno de la capital británica, Londres.
Aunque también hay que decir que estos viajes son para promocionar su línea propia, The Row. En estos viajes uno siempre suele ir con cierto aspecto desaliñado, pero si se es una figura importante del mundillo de la moda, hay que ir como un pincel, y para ello, cargar con grandes maletas, como hicieron las gemelas, mientras que lucieron un estilo casual con las parcas y las inseparables gafas de sol.
Después, ya cambiaron su estilo y salieron a la calle, donde Mary-Kate Olsen arriesgó de nuevo como suele hacer y se calzó un modelo de zapato indescifrable. Con cintas alrededor del tobillo, con la forma de sandalia y con una gran plataforma que no hacía nada bien al resultado.
Salvo por ese par de sandalias extrañas, que son un desastre, el resto fue impecable. Tanto la gabardina con un gran cinturón y debajo un maxi pullover en forma de vestido; como una chaqueta sobria, en tonos negros, que fue combinada con pantalones del mismo color y unas gafas de sol muy acertadas.
Tienen estilo, nadie se lo niega. También innovan, pero a veces el riesgo les lleva a preferir ese calzado...
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