Ha sido una de las top models más icónicas de la época de los 2000, ha protagonizado miles de portadas de moda y ha desfilado por todas las pasarelas del mundo. Los años no pasan para Gisele Bündchen, pese a que se retirara ya hace unos cuantos años de la vida pública y del mundo de la moda -aunque sigue estando en contacto con él-. Ahora la brasileña lanza su autobiografía llamada "Lessons: My Path to a Meaningful Life" y en ella comparte momentos de su vida que nadie conocía.
La vida de Gisele puede parecer de cuento de hadas: casada con el jugador de fútbol americano Tom Brady, el matrimonio tiene dos hijos -además de compartir la custodia con el hijo del deportista con la actriz Bridget Moynahan-. Pero detrás de una vida idílica, la modelo se ha enfrentado a los cambios personales que representan la maternidad -Benjamin (8 años) y Vivian (5 años)-.
Cuando me convertí en madre, me perdí. Fue como si una parte de mí muriera. Había sido esta persona muy independiente. Todo era sobre mi. Pero ahora tenía ese pequeño ser y de repente sentí que no podía hacer otras cosas, y eso fue muy difícil. Todo lo que siempre quise era ser madre, pero cuando en realidad estás experimentando eso, es un shock.
Mostrando su lado más oscuro
Pese a que pueda parecer que Gisele vive una vida de color de rosa donde la perfección la acompaña a todas horas, lo cierto es que la modelo también muestra sus demonios en el libro. Pese a ser una de las modelos más espectaculares de ayer y de hoy, Gisele tiene inseguridades como todo ser humano. Asegura que ha sufrido ataques de pánico a lo largo de su vida e incluso algunos pensamientos suicidas que le decían algo así como "si salto de mi balcón, esto se acabará y nunca más tendré que preocuparme por la sensación de que el mundo se me viene encima".
¿Su mayor arrepentimiento? Su aumento de pecho tras dar a luz a sus dos hijos.
Cuando me desperté, pensé: '¿Qué he hecho?' Sentí como si estuviera viviendo en un cuerpo que no reconocía. Durante el primer año, usé ropa ancha porque me sentía incómoda.
La boda, el momento más íntimo de la pareja
Tom y Gisele forman una de las parejas más estables del mundo de la moda (y la farándula), y representan los #GoalsFamily de muchas. Poco se sabe de su ceremonia celebrada durante el mes de Abril en Santa Teresa, Costa Rica.
Antes de la ceremonia, mi hermana Fafi me ayudó con el pelo. Llevé máscara de pestañas waterproof desde que supe que iba a llorar -¡siempre lloro!- y no habría sido muy bonito lucir una mirada tipo mapache en mi propia boda.
Luciendo un sencillísimo vestido blanco tipo camisón lencero, la ceremonia tan solo tuvo de invitados 40 personas: familiares y los tres amigos más íntimos de cada uno.
La gente comía comida mexicana y bebía margaritas. Se sentaron o se pusieron de pie en la cocina, en el césped o al lado de la piscina. Mi hermana Pati y la hermana de Tom, Julie, leyeron cada una un hermoso poema, y todos comieron un trozo del pastel de chocolate. Tom había hecho listas de reproducción (tenía canciones de Ray LaMontagne, Amos Lee, James Taylor y otros) y, en algún momento, mi amigo Nino, a quien conozco desde mis primeros días en Nueva York y que es como un hermano para mí, puso su propio iPod. Los niños nadaban en la piscina, mientras los invitados bailaban en sus trajes de baño.
Este 2018, coincidiendo con la celebración de su noveno aniversario, la pareja volvió a pasar por el altar y así lo compartió en RRSS.
La dieta que acompaña el día a día de la supermodelo
Gisele tiene una figura que no es de este planeta y su cuerpo ha protagonizado cientos de portadas de moda a lo largo de su carrera. La brasileña no duda en compartir su (estricta) dieta con sus lectoras, donde los líquidos toman el control de la situación. Sus jornadas empiezan con aceite de coco (hace gárgaras durante 15 minutos para mejorar su salud intestinal general) y continúan con el beber un vaso de agua tibia con medio limón exprimido.
A la hora del desayuno, Gisele generalmente se toma unas tostadas con aguacate, huevos con aguacate, fruta cortada o pan sin gluten cubierto con miel y mantequilla de almendras. Más tarde, se bebe un zumo verde preparado a base de ingredientes como el apio, pepinos, manzanas, cúrcuma, jengibre y jugo de limón. Para el almuerzo, la modelo elige sopa y ensalada. Además, los tés toman un papel protagonista en su día a día,
Bebo agua todo el día, así como mucho té. Mis favoritos son los hierba de limón, manzanilla y menta, idealmente hechos con manzanilla fresca y hojas de menta de mi jardín. Aunque todo depende de cómo me siento. Si me estoy enfermando, por ejemplo, me tomo té de hinojo o preparo una mezcla de miel, limón y jengibre. De lo contrario siempre bebo mi té sin miel ni azúcar.
El libro ya se encuentra a la venta y promete no dejar indiferente a nadie. ¿Qué os parece?
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