Esta chica es una mina. Si hace poco era elegida el busto más impresionante de Hollywood y hasta su propio padre cantaba las alabanzas de la delantera de su niña, ha sacado un nuevo perfume, Fancy, y su nuevo álbum de country está por salir (para aquellos interesados en su música más allá de su imponente físico, el disco sale el 9/9). Lo de esta Barbie de Texas es un no parar.
Aquí se sabe más bien poco de esta chica, yo no recuerdo haberla oído nunca cantar, bueno sí, en unos premios Grammy junto a Bisbal, luciendo un melenón rubio de ondeado artificial y un vestido ajustado de más. Y a pesar del estridente atuendo no lo hacía del todo mal. Es de la misma generación Club Disney que Justin Timberlake, Christina Aguilera o Britney Spears, una buenísima cosecha la del 81, porque están todos colocados, y muy bien por cierto. Empezó cantando en la Iglesia, vamos, como si la Jurado hubiera hecho sus pinitos de joven en un coro rociero, y ha aprovechado el tirón de mojigata perfecta para intentar emular a la princesa del pop. Aunque esté más cerca de convertirse a la larga en la sustituta de Dolly Parton (la diva del country americano).
Su estilo no sabría definirlo sin ofenderla. Cómo diría aquella que salía en aquel programa, hortera de bolera es el apelativo que más suavemente se le puede acercar. Pero a veces nos sorprende y sabe ir recatada, y oye, no lo hace nada mal, y si se esforzara hasta parecería natural. Es una pena que esta sea la excepción que confirma la regla y que normalmente se decante por el look tejano en su vida diaria. A mí personalmente me parece un horror. Una pena. Porque la chica es una monada. Casi me quedo con el estilo de su hermana Ashlee.
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