Ayer Kendall Jenner dejó boquiabierto a medio mundo. Mientras en Reino Unido presenciábamos una boda aburrida y en España una de las más horteras del año, ella pisaba la alfombra roja de Cannes con un espectacular vestido, convirtiéndose en la protagonista el día. Una vez más demuestra que sus cientos de desfiles sobre la pasarela no sólo le sirven para engrosar su cuenta bancaria sino también para valorar un poco la elegancia y las prendas sublimes sin necesidad de que sean demasiado sexys y pequeñas como sus hermanas, Kim, Kourtney, Khloe y Kylie.
La joven modelo se decantó ayer por Giambattista Valli, uno de los diseñadores que mejor hacer los vestidos de alfombra roja. Desde que este diseño apareció en la pasarela ya nos enamoró a muchos, pero al vérselo a ella y la seguridad con la que lo ha lucido nos ha dejado sin palabras. Se trata de un mini vestido con gran volumen en la manga y una cola muy larga en un tejido de gasa de color crudo con estampado de flores en tono lila y verde. Lo ha decidido combinar con un sencillo moño de inspiración asiática y unos pendientes de brillantes bastante importantes.
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