La actriz Ana de Armas también disfrutó de la Cuba de Karl Lagerfeld

Después del desfile de Chanel en la improvisada pasarela del Paseo del Prado de La Habana flanqueada por sus árboles centenarios y sus edificios coloniales de estilo barroco, la fiesta continuó en la Plaza de la Catedral, en La Habana Vieja, delante de la iglesia de San Cristobal.

En medio de un extraordinario decorado tropical en el que cada objeto decorativo había sido hecho a mano por artistas cubanos, 600 invitados entre los que se encontraban Vanessa Paradis, Gisèle Bündchen, Alice Dellal, Gaspard Ulliel, Tilda Swinton y Alma Jodorowsky bailaron y se divirtieron a ritmo de los Rumberos de Cuba y del Septeto Habanero, para después dejarse llevar por la selección del DJ Hugo Méndez.

Otra que tampoco quiso perderse el desfile ni la fiesta fue la actriz Ana de Armas quien, a pesar de haber vivido muchos años en Madrid, nació en Cuba, precisamente en La Habana hace ahora 28 años (su cumple fue el pasado 30 de abril).

Ana se vistió para la ocasión con unos pantalones pitillo, una camisa suelta con cuello barco y amplias mangas sujeta a la cintura y a los puños con gomas. En los pies llevaba unas sandalias de tira con tacón de aguja y se colgó un bolso del hombro para poder saludar a sus paisanos.

Ana se había recogido el pelo en una coleta tirante (probablemente para combatir la humedad que reina en la isla), y se había adornado con unos aretes extra grandes, también se había maquillado mucho los ojos y se había pintado los labios en un color rojo reventón a juego con las uñas de los pies.

Ana estaba muy guapa, pero en medio de tanta fanfarria un poquito triste, ¿no os parece?

Fotos | Gtres
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