La moda y el trío de ases: Letizia, Michelle y Kate

Comparar a las nuevas princesas, reinas o primeras damas del panorama internacional con Jackie Kennedy o con Grace de Mónaco parece un ejercicio de estilo inevitable. Sin embargo, durante los años 60 - la edad de oro de la Couture -, el estilo inaccesible de estas mujeres tenía mucho que ver con el de los sueños aspiracionales que se experimentaba viendo películas en el cine o leyendo revistas de moda.

La reina Letizia, Michelle Obama y Kate Middleton prefieren en cambio mezclar prendas de grandes diseñadores con otras más cheap&chic que simbolizan la democratización de la moda, una apuesta estratégica que prueba que consumen de forma inteligente. Un posicionamiento moderno y juicioso en tiempos en los que la economía parece muy revuelta.

Michelle Obama

Aprovechando la semana de la moda en Nueva York muchas marcas se preguntan cuál sería la mejor manera de hacer ruido para convertirse en el centro de atención y que eso les ayudase a vender sus colecciones. Pasearse y hacer networking en el Lincoln Center de Manhattan donde tienen lugar los desfiles es una opción, aunque el medio más efectivo es tener la suerte de ser elegidos por Michelle Obama.

La mujer del presidente de los Estados Unidos de América es para el New York Times la First Lady más valiente y con más estilo que haya tenido el país ya que no se ha parapetado detrás de un estilo único o una marca sino que le gusta cambiar y adora sorprender. Michelle ejerce una gran influencia en la industria de la moda de su país, y ayuda a promocionar a muchos jóvenes creadores al lucir sus creaciones. Para estos jóvenes diseñadores su máxima aspiración es que Michelle Obama apueste por y luzca algunos de sus modelitos.

Que se lo pregunten sino a Jason Wu que compartía un estudio con otros tres colegas en Manhattan. Pero cuando Michelle Obama se fijó en un traje de seda color marfil que lució durante el baile de investidura en el 2009, su marca adquirió un enorme impulso a nivel mundial, o a la artista Mimi Plange con quien contactó después de ver un reportaje sobre ella publicado en el New York Times. Esta joven diseñadora creó para Ms. Obama una serie de modelos que la Primera Dama de los Estados Unidos lució en varias apariciones en la televisión.

El efecto de esta exposición mediática fue increíble para la firma. En octubre del 2014 también fueron invitados por la Casa Blanca a un taller de moda dedicado al diseño que además de reunir a 150 estudiantes de diseño de moda y a profesionales del sector como Anna Wintour, también sirvió para rendir homenaje a diseñadores americanos de la talla de Jason Wu, Narciso Rodriguez, Diane Von Furstenberg, Zac Posen, Vera Wang, Edouard Enninful, Thom Browne, Reed Kradoff y al nepalí Prabal Gurung.

Michelle Obama inspira a las mujeres de su país y también de fuera porque forma parte de ese tipo de mujeres que no necesitan que les digan cómo vestirse. La marca Mimi Plange era una marca muy pequeñita y poco conocida, sin embargo no le importó nada lucir sus creaciones de estilo cosmopolita e inspiradas en Ghana, la tierra natal de Mimi. A cualquier marca le gustaría poder vestir a mujeres como Michelle Obama, mujeres seguras de sí mismas que confían mucho en su sentido del estilo.

Desde tiempos de Jackie Kennedy nadie se había fijado tanto en el guardarropa de una primera dama americana. La diferencia es que a Jackie le gustaba recordar que descendía de franceses luciendo creaciones de Chanel, Givenchy y Dior. Michelle Obama prefiere apostar por los diseñadores americanos.

Kate Middleton Effect

Kate Middleton desde la época en la que sólo era la novia del príncipe Guillerme siempre se las ha ingeniado para suscitar interés gracias a su guardarropa. Todo lo que se pone generalmente se vende a las pocas horas de su aparición. Tanto es así que los expertos han querido bautizar este efecto que ha sido capaz de encauzar el sector textil de la economía británica con el nombre de Kate Middleton Effect.

Después de su boda el destino de Kate Middleton cambió de forma radical, hecho que Kate aprovechó para afirmar su estilo moderno, clásico aunque no convencional, chic y sobre todo sencillo. El estilo de Kate a quien le gusta mezclar marcas de lujo con marcas low cost (la futura reina de Inglaterra no duda en lucir trajes de Zara o de Topshop) ha contribuido a que la industria de la moda inglesa pudiera facturar millones de euros. Cada vez que la duquesa de Cambridge hace una aparición luciendo una prenda a un precio abordable se produce una ruptura de stock inmediato.

Su traje de novia diseñado por Sarah Burton de Alexander McQueen fue expuesto en Buckingham Palace durante el verano de 2011. Esta acción permitió recaudar aproximadamente 8 millones de libras que fueron a engrosar las arcas de las Royal Collection. En agosto de 2013 el Efecto Kate volvió a verse claramente cuando la duquesa de Cambridge posó para un retrato oficial después de su reciente maternidad con un traje de la firma Seraphine que hizó aumentar la cifra de negocios de la marca en un 50%.

Sin embargo, el efecto Kate se ve frenado por la querencia que tiene la duquesa de Cambridge de lucir prendas descatalogadas o la costumbre de lucir prendas de temporadas pasadas lo que dificulta a quienes quieren copiarla poder hacerlo. El CEO de la marca Whistles, otra de las elegidas por Kate, comentó que solían hacer tiradas pequeñas, así que cuando se publicaban fotos de Kate luciendo una de sus prendas lo más probable es que ésta ya se hubiese agotado en el punto de venta.

Kate parece sentir especial predilección por los trajes pegados al cuerpo, ajustados en la cintura y por encima de las rodillas lo que le permite presumir de piernas. También apuesta por los colores pop, salvo cuando se encuentra en presencia de la reina por respeto al protocolo. Al parecer y para contentarla Kate ha optado por bajar el bajo de sus faldas por debajo de las rodillas, y privilegiar las mangas cortas a la altura del codo, y olvidarse de los escotes. Un estilo un poco severo para una mujer tan joven.

De unos meses a esta parte, la duquesa de Cambridge parece haber cansado un poco a los fashionistas lo que le ha llevado a perder su titulo de royalty mejor vestida. Modelitos demasiado parecidos, que la hacen parecer mayor, o demasiado caros. El estilo de Kate parece haber dejado de causar sorpresa y admiración, y ya no invita a imitarla. Habrá que ver si la futura reina de Inglaterra sabrá mantener viva la llama que la unía a los fashionistas no sólo de su país sino del mundo entero.

La reina Letizia

Cuando Letizia Ortiz todavía no se había casado con el príncipe Felipe, la reina Sofía le dio un sabio consejo fruto de la experiencia: "Letizia, ¡no te compliques con la ropa!". Nuestra reina que es más lista que el hambre, y que no ha dudado en proclamar a los cuatro vientos que procura seguir los impagables consejos de su suegra, se lo apuntó bien en el memoria. Así que cuando tiene que asistir a conferencias, audiencias o visitas ha optado por lucir looks de auténtica working woman en versiones tan chic como sobrias pero sobre todo comodas y funcionales que suelen consistir en pantalones negros o grises con tops del mismo tono asociados con chaquetas tono sobre tono o haciendo contraste. Una de las marcas de su estilo son sus habituales salones de tacón de aguja y la discreta presencia de joyitas que más bien parecen bisutería.

El guardarropa de la reina Letizia es un reflejo de la monarquía moderna y de la realidad de la economía española. Letizia deja a sus colegas europeas las grandes marcas del mundo del lujo y de la moda para favorecer a marcas de prêt-à-porter españolas como Zara, Mango o Uterqüe que recicla año tras año.

Aunque nuestra reina reconoce y aprecia el estilo de los grandes diseñadores españoles (recordad que para la confección de su vestido de novia encomendó a un Manuel Pertegaz, que ya se había retirado, el gran honor y la enorme responsabilidad de esta tarea) por quien siente auténtica predilección es por Felipe Varela - un diseñador que, curiosamente, compartió pupitre con su marido, el rey Felipe, en el colegio.

Creaciones suyas fueron los trajes que lució durante la visita de Nicolas Sarkozy y Carla Bruni a España en el 2009 y también el traje que se puso para la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton.

Aunque al principio solía ponerse trajes de chaqueta en color pastel o largos abrigos en color crema con el paso de los años su estilo parece haber ido evolucionando volviéndose más atrevido y colorido. Probablemente parte del mérito de esta transformación se deba a una joven estilista de 34 años llamada Eva Fernández quien también trabaja para Condé Nast.

Eva fue quien le propuso a la reina remplazar la tradicional mantilla negra con la que habitualmente solía acudir a los actos de la Guardia Civil (cuerpo del que actúa como madrina) por el abrigo en crêpe blanco bordado con cristales y microperlas que le confeccionó Felipe Varela para el día de la proclamación de Felipe VI. Al apostar por esta prenda tan simbólica (no es habitual que las reinas vuelvan a usar en un acto institucional el traje que lucieron el día de la coronación) hacía honor al protocolo dejando claro su deseo de introducir algunos cambios en su labor de representación de la corona. Una actitud tan respetuosa como revolucionaria que apuesta por modernizar la imagen y el protocolo real español.

Fotos |Cordon Press
En Trendencias La reina Letizia da carpetazo al negro, la peineta y la mantilla en el día de la Guardia Civil