Hace unos días mi compañera Nuria Zúñiga habló sobre la caída vertiginosa de la cantante Lily Allen, visión que comparto punto por punto. Cada vez se ve a la joven más desmejorada y con un estilismo desastroso. Encima ahora las nuevas compañeras de fiesta con que cuenta son Lindsay Lohan y su pareja sentimental, Sam Ronson, quienes no son precisamente elegantes.
Cuando dos se juntan, el efecto aumenta y la manera de vestir de Lindsay Lohan, para mí, es de las más estridentes de las famosas ahora mismo. Incluso Victoria Beckham se está "reformando" en sus llamativos looks. Pero al parecer esto no va con la joven actriz, quien nunca deslumbra a la hora de elegir modelito.
En este caso, la preferencia, repetida, por el gris que últimamente no deja de lado, una especie de cinturón de cuero y la combinación con una cinta también negra para el pelo, no le favorece en absoluto. El look desenfadado está bien, pero esto da un paso más.
Mientras, la nueva compañera de fatigas en las salidas nocturas, es decir, Lily Allen (Sam Ronson tiene su propio "estilo" que mejor ni comentar), atrae cualquier mirada con ese tinte fucsia fluorescente tan hortera, y el vestido negro de una sola pieza que llevaba la hacía parecer más gorda de lo que está. Una mala elección.
En Trendencias | Lily Allen y sus estilos Vía | The Gossip Girls