Horrores hay todos los días, semanas y meses. Tanto si hablamos de una famosa como de nosotras mismas. No tenemos las mismas ganas de ir como un pincel todos los días ni tampoco el humor. Hay cosas sin embargo que son de cajón y que estoy segura que al común de las mortales no nos pasa.
No nos ocurre que estemos en una playa de Miami pasándolo pipa con nuestor bañador de leopardo, las Williams siempre antes muertas que sencillas, y que una pareja de novios reclamen nuestra presencia (o tú misma que te pones en medio) para una foto. Claro la foto recorre medio mundo y te echan a los perros porque has ido en bañador a la boda de tu mejor amiga.
Otro error que no suelo ver yo por las calles, la lección la tenemos aprendida, es que hay ciertas prendas que pasando una edad, mejor dejarlas aparcadas. Tenemos los leggins, los shorts, los vaqueros para ir cómodas al súper.
El mono no diría yo que deba usarse a partir de los 30 salvo que estés en la playa o vivas en el campo rodeada de florecitas. Naomi Watts, no siempre se puede acertar (aunque seguro que a Ava Gardner no la pillaban así)
Lo de Rita Ora ya es un ahora sí, ahora no. Las botas de cowboy son muy complicadas, a mí me espantan de hecho. Pero llevarlas en verano, con un vestido de algodón, con los pies sudando y el resto del cuerpo frío no lo entiendo. Mezclarlas con una gorra de baseball ya es de nota.
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