La primera dama francesa Carla Bruni ha sido la estrella y ha deslumbrado en su visita a México. Una vez más, todas las miradas estaban puestas en ella, en su estilo, en sus looks. Mientras su marido, Nicolás Sarkozy, atendía su labor política, Bruni cautivaba a los fotógrafos de la capital con su elegancia y su variada maleta, porque en cada acto o visita ha lucido un modelito diferente.
Durante la visita a las pirámides de Teotihuacán escogió un look informal y cómodo como cualquier turista: pantalones negros y camisa blanca, y llevaba una phasmina camel por si se tenía que resguardarse del fuerte viento.
Para visitar el monumento en honor de los niños héroes situado en México D.F. escogió un traje rosa palo de falda y chaqueta de manga corta con cinturón. Un look más serio y que no me gustó nada porque la hacía aparentar más edad de la que tiene. Como complementos optó por un bolso de piel morado de asa de cadena y zapatos abiertos con muy poquito tacón.
También de rosa palo pero mucho más estilosa apareció en el Liceo franco-mexicano. Un sencillo pero elegante vestido, fruncido bajo el pecho, combinado con sus habituales manoletinas planas de Tod's y bolso negro de asa corta. El peinado perfecto con las puntas hacia fuera. Esta opción estuvo muy acertada.
Por la noche, deslumbró con un vestido negro de cóctel de tirantes anchos y cruzados en el escote, y cinturón estrecho, que combinó con unas espectaculares joyas de brillantes. Además, cambió de peinado, pelo suelto con raya al lado y flequillo. Estaba guapísima, ¿no os parece?