Jennifer Aniston está de gira promocinal por Europa presentando su última película: Marley and me, junto a Owen Wilson, y si bien ha estado un tiempo alejada de las cámaras, la ex de Brad Pitt vuelve con muchísima fuerza y demostrando que aunque no es la más alta, ni la más jolie, su aire de "chica de al lado" y su estilo nada forzado, nos han conquistado a todas.
Su papel de Rachel en Friends la encumbró como una de las actrices más queridas por el público, gracias justamente a su personaje de niña mimada que tiene que buscarse la vida y que de camarera algo torpe pasa a trabajar en el campo que más le gusta: la moda. Ella fue la primera Andy Sachs a una escala mucho más real.
Recordemos además que su peinado fue el más copiado durante los años que duró la serie y el color miel de su melena el más solicitado en las peluquerías de Estados Unidos.
En cuanto a estilo Jennifer ha dejado de ser la novia de América aunque no se ha apartado nunca de un estilo comedido, dulce y siempre casual. Lo suyo no son los artificios, las apreturas o la transgresión, su estilo es más bien clásico y le encantan los vestidos de cortes rectos y su silueta preferida es la lápiz.
Perfecta estaba en París con su minivestido floreado de Balenciaga y unos zapatos marrones. Y perfecta estaba en Roma con su vestido negro de Roland Mouret y unos peep toes acharolados a juego.
En su paso por Alemania ha hecho concesiones al riesgo, y sino atentos a este look que lució ayer en un programa de la televisión germana: me encanta la combinación de silueta globo (el vestido es de Givenchy) y blazer tipo esmoquin talla xxs, y me recuerda mucho a esta otra de Anne Hathaway.
¿Y qué me decís de sus zapatos?
Últimamente pone mucho énfasis en ellos, porque en este otro evento en el país del würstel rompe la monotonía de su little black dress con unas plataformas de Bernaz Kanani.
Estupendas piernas ¿no?
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