Máxima de Holanda no se separa de los sombreros en Latinoamérica, ¿demasiado repetitivo?

Sobra decir que a la reina Máxima de Holanda le apasionan los sombreros y tocados, es más, cuanto más grandes y originales son con más alegría los luce. Son uno de sus complementos fetiche y no duda en usarlo en todo tipo de actos ya sea una boda real o una inauguración de una escuela en su país. Lo cierto es que normalmente le sientan bien y las luce con estilo, en su actual viaje por Latinamérica no para de usar adornos en el cabello de todo tipo pero ¿Son bastante repetitivos?

A mí particularmente me parece que la reina se está excediendo en el uso de sombrero, pamelas y tocados. Si bien la primeras veces que la vimos con una gran pamela nos impactó y nos cautivó a todos, ahora cuando la vemos con otro gran sombrero pensamos: otra vez Máxima con uno de sus exagerados sombreros. Esto es lo que me ocurre a mí en particular, es algo así como lo que me pasa con los vestidos de guipur de Doña Letizia y con los colores nude que tanto usa últimamente. Estos días la hemos podido ver en Colombia y Venezuela con dos pamelas en tonos apagados, estaba muy guapa aunque a mí personalmente me sobraba la flor de la de color blanco.

Está bien que use adornos en el cabello si ella se siente más segura y favorecida pero creo que en el término medio está la virtud. Si usa todo el rato tocados y sombreros nos aburrirá bastante y no conseguirá sorprendernos en ningún acto en el que la pamela sea fundamental. Yo le aconsejaría investigar un poco más su pelo y jugar con él haciéndose peinados más complejos como los que hemos podido ver a la Princesa Letizia los últimos años cuajados de trenzas o recogidos informales. Así seguirá luciendo un look original sin necesidad de recurrir todo el rato a los tocados.

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