El Primer Ministro de Singapur y su esposa (desde luego intimidada al saberse un llaverito de Mrs. Obama) se habrán quedado sin palabras al ver a Michelle con este vestidazo de color blanco. Como una columna jónica en el mejor templo griego, rotunda y muy segura, así se ha presentado la Primera Dama en la cena de estado que se ha celebrado en Washington. Su puesto está dando los últimos coletazos antes de la llegada de Clinton o Trump y ella está dispuesta a darlo todo para contribuir a su recuerdo.
No se si por la admiración de Michelle Obama a Lady Gaga o simplemente porque es uno de los diseñadores que está de moda, pero ha elegido a Brandon Maxwell para que realice este vestido a medida de color blanco. El diseño es realmente bonito pero lo encuentro absolutamente fuera de todo. El vestido puede con ella, se le nota encorsetada por muy difícil que nos parezca esto. El color le otorga demasiada luz, algo que tampoco es necesario cuando tienes tan presencia. El escote palabra de honor no le favorece, parece que se está asomando a algún balcón de La Casa Blanca (nunca mejor dicho), un look de Oscar que se ha colocado sin discreción en una cena de estado. Ha querido enamorarnos a todos, pero ha conseguido desencantarnos a muchos, con ese peinado era muy difícil conseguir un resultado decente. ¿Qué os parece este look de Michelle?
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