Olivia Palermo es una de las chicas más habladas últimamente y es que, a pesar de si te gusta su estilo o no, la chica tiene ingenio y estilo a la hora de combinar sus prendas. Adorada por muchas y odiada por otras, esta chica se ha convertido en una de las ‘it girls‘ más de moda esta temporada. Todos sus outfits son comentados por el mundo entero y allá donde va arrasa con los flashes. Es la realidad, aunque muchos intenten negarlo.
Esta semana pasada la vimos por Madrid en los premios de la revista Glamour, y hasta allí apareció con un fabuloso vestido largo negro, pero ¿creéis que lo estrenaba? Pues la respuesta es que no. Algo que caracteriza a esta chica es el uso repetido de sus prendas. Me parece genial que alguien con su abultada cuenta corriente pueda repetir año tras año todo su armario, al revés de otras divas como Victoria Beckham (que en una entrevista dijo que jamás de los jamases repetía outfit). El caso es que el vestido usado pasada semana es un recycling del 2007 y que ya lo ha usado varias veces en distintos actos. Pero lo interesante es que para su última aparición, le añadió una especie de tul en los bajos y lo combinó con sus inseparables botines Charlotte Olympia. Sencillamente genial.
El vestido corresponde a la colección del diseñador Douglas Hannant Fall 2006, y viéndolo en la pasarela la prenda en sí no me llama su atención. Desde su compra la Palermo lo ha interpretado de mil maneras distintas y le ha sabido sacar el máximo partido.
Por ejemplo, para un acto que dio Sephora conjuntó el vestido con un chaleco que tapaba la parte de arriba y solo dejaba al descubierto la falda, junto a las fantásticas sandalias YSL Tribute que tanto gustan a todas las celebrities (¡no me extraña!) y su famoso clutch de cocodrilo firmado por Hermès.
En cambio, en el desfile que dio el propio diseñador en 2007 y que formaba parte de la Mercedes-Benz Fashion Week Fall 2007, Olivia no dudó ni un segundo en ponerse este diseño combinándolo con unos zapatos cerrados en negro charol.
Y se lo volvió a poner para la apertura de un restaurante. Esta vez con el pelo suelto y peep-toes en marrón a conjunto, de nuevo, con su clucth Hermès (que también lo usa infinidad de veces como podéis ver).
Me encanta esta chica ya que sabe reinterpretar sus prendas y nos demuestra que apesar de que pasen los años, ella sabe darle salida a todo su armario. ¿Cuando será su próxima reinterpretación de este fantástico vestido?