Hace dos semanas que no veíamos a Meghan Markle, y en estos días su tripita ha crecido un poquito más. Es complicado acertar con un estilismo de fiesta en avanzado estado de gestación, de hecho su último look de gala fue un desastre, pero esta noche Meghan ha acertado de pleno con su elección. La duquesa de Sussex ha asistido a los British Fashion Awards 2018 con un estilismo de noche espectacular.
Meghan Markle se ha apuntado a la tendencia velvet, y es que unos premios de moda como estos merecían un modelo a la última. La duquesa de Sussex ha elegido para esta ocasión un sencillo pero fabuloso vestido de terciopelo negro, un color que nunca defrauda. Un precioso diseño de escote asimétrico y falda con abertura cruzada de Givenchy, su firma de cabecera y la misma que la vistió el día de su boda.
Un look sencillo pero sofisticado y favorecedor, muy acertado para entregar el premio a Clare Waight Keller, la directora creativa de la marca y ganadora del premio al Diseñador del Año Británico de Moda Femenina.
Un outfit de fiesta que ha completado con sandalias doradas de Tamara Mellón, varias pulseras doradas y sencillos pendientes de estilo minimalista, también en dorado de la firma de joyas Pippa Small, que lucían a la perfección gracias su peinado: un moño clásico muy favorecedor. Un estilismo sobresaliente para presumir de tripita.
