Es una de las protagonistas del remake de una serie que marcó a toda una generación: la mía (vamos, la de los ochenta en adelante). Y no porque tuviera especial calidad, sino por la novedad de su planteamiento y temática. En una época en la que nacían las cadenas privadas y la regulación del horario infantil todavía estaba a años luz, los adolescentes que por entonces cursábamos EGB nos hicimos mayores de repente pasando de Campeones y Falcon Crest , a Sensación de Vivir.
En ella un grupo de jóvenes ricos y caprichosos que conducía Porches y Ferraris para ir al instituto vivía aventuras y desventuras de corte amoroso, nada que nos pueda escandalizar en los tiempos que corren, pero algo inusual y casi tabú por aquel entonces.
Ahora, casi 20 años después, los "niños mimados" vuelven a la carga en el spin-off de Beverly Hills 90210, con Shenae Grimes a la cabeza, una guapa actriz de apenas 19 años que va camino de convertirse en la nueva musa adolescente.
Aunque la serie no ha tenido tanto tirón como Gossip Girl, la presencia de viejas glorias como Jennie Garth y Shannen Doherty entre el reparto, ha hecho que los no tan jóvenes hayan tirado del carro de la audiencia. Pero el relevo generacional es el que se lleva la mejor parte, entre ellas, Shenae, una de las protagonistas que mejor ha calado entre el público, y más que por su personaje en la ficción, por sus dotes de estilo en la vida real.
Mucho más en la línea de street style casual de Rachel Bilson que en el camino de la sofisticación neoyorquina de Leighton Meester o Blake Lively, los looks que suele lucir Grimes son algo más reales y creíbles que los de sus colegas en la pequeña pantalla. Siempre informal y cómoda, apenas usa tacones y no hace alarde de grandes marcas. Adereza todo con camisetas de algodón, botas planas y zapatillas tipo Converse.
Amante de los jeans y los leggings por encima de todo, Shenae no se complica demasiado la vida. Y como buena californiana de adopción, adora también los shorts.
Y las minifaldas.