Hay celebrities que no sé muy bien por qué me gustan sin más. Y no atiendo a razones. Vamos, que atinen, patinen o aburran me convencen porque justamente esa habilidad para destacar o decepcionar es lo que las hace especiales. Me pasa entre muchísimas otras con Shenae Grimes, que aveces va más rara que un perro verde, y con Nicky Hilton, que hay días que lo suyo es insulso del todo pero siempre me parece que tiene un toque distinto. Bendita es entonces la noche en que se juntan y salen de fiesta y más si están especialmente sembradas en lo suyo.
A Shenae hacía tiempo que no se la veía en ningún evento y ha regresado por la puerta grande.
Aunque para grande Nicky Hilton que no sé qué gen de más tiene para estar tan por encima de su hermanísima Paris (y eso que la Hilton es la Hilton y su punto hortera sin medida tiene un punto de fascinación) porque está siempre perfecta.
¡Y más si lleva un vestido de la colección de Zac Posen para Target!
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