Que te sigan hasta cuando vas al comprar el café debe ser un tostón. Pero hay quienes lo saben y lo buscan. Si no que me expliquen a mí la pinta de Kim Kardashian y compañía, su hermana Kourtney, que cada vez que salen en plena mañana parece como si fueran de visita al mundo de las Kardashians en el país de las choni maravillas.
En Norteamérica no son de medias tintas, cuando les da por alguna no paran y la Kardashian les da lo que otras muchas no. Carne, carnaza, embutida, al vacío, la sensualidad en curvas inmensas a cada paso. Y ellos acostumbrados a modelos y actrices que necesitan una fabada, pues la suben a un podium. Pero del podium del estilo las bajamos nosotros. Ay madre, no sé si eres muy tonta o muy lista. Tu cara lo salva todo y tu cuerpo, azote de las féminas y adoración de los caballeros, sabes bien cómo sacarlo a pasear. Aunque seas las doce y vayas a la guarde. Que no falte la falda embutida y los tacones afilados con los que atacar a alguien.
Kourtney no es tan bella como tú por eso debe tener más cuidado. Muy estilizadas han de ser tus piernas para llevar unas romanas tan altas y que no parezcas gladiator en su época fondona.
Y muy estilizada ha de ser tu silueta para llevar estas aberturas traseras, que a mí, me recuerdan a los batines de hospital que se cierran por detrás y dejan ver toda tu parte posterior. Un horror, vamos.
Fotos | Gtres
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