Para todas aquellas amantes del look navy pero no aptas para las rayas, la opción más soficticadamente casual que existe es la que proporciona un sencillo vestido azul marino de corte, a poder ser lo más ladylike posible.
No me digáis que el efecto no es sencillo pero perfecto: es un color que favorece a la mayoría, es oscuro pero no tan extremado y severo como el negro, y admite todo tipo de tonos a modo de complementos. Especialmente, y contrariamente a lo que piensan muchos, justamente en negro.
¿Qué os parece el diseño inspiración retro de Maggye Gyllenhaal? La chica no será un bellezón, pero tiene un gusto muy particular y como sabéis, el estilo no entiende de edades, fisionomías o dinero. A Helena Christensen si algo le sobra es precisamente belleza, y además de por su privilegiada herencia genética, se caracteriza por ser la más comedida, discreta y clásica de las ex-supermodelos.
Aunque para las más desenfadadas y rockeras, nada como la opción sexy de Rihanna, con blazer encima.
O esta otra que nos propone la desaparecida en combate Katie Holmes: vestido de silueta tubo y apto de día y de noche (perfecto combinado con sandalias en gris topo, y una vez más, biker negra).
Pero la versión que más me gusta es la baby-doll de Reese Witherspoon: recatada y de acierto seguro.
Aunque para vestido navy de verdad el total look de Kate Hudson: solamente apto para viajar a Portofino...
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