Entre tantas brasileñas, rusas y checas, resulta difícil encontrar modelos americanas que en la actualidad estén a un nivel alto en el mundo de la pasarela, Hilary Rhoda puede ser una de las excepciones que confirman la regla, junto a Carolyn Murphy o Stephanie Seymour.
Imagen reconocida de Estée Lauder, con la que quizás más se dió a conocer, esta modelo de 22 años y nacida en el estado Maryland, lleva sobre las pasarelas desde el 2005 donde comenzó por aquel entonces de manera fulgurante.
Y la verdad que su éxito no es fruto de la casualidad, posee unos rasgos de belleza clásicos que a uno siempre le agrada ver, y que junto a una atractiva mirada y su innegable estilo y clase sobre la pasarela (cada vez la pisa menos) hacen de Hilary Rhoda una de las tops más importantes.
Hilary St. Clarie, su nombre real, siempre estuvo atraída por el mundo de la moda desde pequeñita, aunque por aquel entonces su gran pasión era el deporte, llegando a practicar entre otros, el hockey sobre hierba y la natación.
Educada bajo unas estrictas normas religiosas, un año antes de finalizar sus estudios ya se dedicaba a tiempo parcial a trabajar como modelo y todo gracias a la mediación de su madre que fue la que animó a Hilary a participar en una convención de modelos celebrada en Washington.
A partir de ese momento firmaría con una agencia a tiempo parcial y un año más tarde, en el 2005, en cuanto acabó sus estudios se trasladaría a Nueva York para trabajar full-time como modelo. Unos meses más tarde le esperaría París.
A finales del 2005 llega a la capital francesa con la intención de probar suerte y de estar entre una de las elegidas para desfilar en la semana de la moda parisina. Sería Nicolas Ghesquière, director de Balenciaga quien pusiera sus ojos en ella y no dudo en ponerla a desfilar para la colección primavera-verano 2006.
Su elección no pasó desapercibida para los grandes de la moda. Chanel, YSL y hasta el mismísimo Valentino le reclamaría para abrir su desfile.
Un comienzo fulgurante y exitoso, como no podía ser menos para nuestra guapa protagonista, que después de los desfiles de París ya tendría sobre la mesa propuestas para ser imagen de distintas casas. Sería como no, la casa Balenciaga la que se llevaría el gato al agua y posteriormente en el 2006 sería imagen entre otros de Hermès, Gap, D&G, Pucci, Cavalli y Chanel.
Sería precisamente ese año 2006 su mejor año como modelo, siendo una de las modelos más reclamada en las pasarelas llegando a superar los 60 desfiles por temporada y acaparando diversas portadas, dos de Vogue Italia (Junio y Septiembre) y otra de Vogue Francia (Agosto).
El 2007 sería más relajado en cuanto a las apariciones en pasarela, pero igual de intenso en cuanto a campañas publicitarias. Sería imagen de Givenchy, Gucci, Donna Karan, Dsquared2, Valentino y de la firma cosmética Estée Lauder, con un contrato multimillonario que la convertiría en una de las modelos mejor pagadas.
Este contrato, más todo lo ganado con las campañas realizadas durante el 2007 hicieron que el boom Hilary Rhoda se deshiciera como un azucarillo sobre las pasarelas, ya que a partir de ese momento sus apariciones fueron contadas, aunque siguió haciendo campañas como las de Zara, PdH, Bestalff o Etro para el 2008.
En este 2009 ha sido noticia por protagonizar la portada del especial Swimsuit de Sport Illustrated, una elección atrevida para alguien que confiesa que nunca se desnudaría delante de una camara.
Aunque nos pese a muchos, salvo sorpresa creo que será difícil volver a ver a esta belleza sobre las pasarelas con la frecuencia de antaño, toda una belleza desaprovechada.