Con unos ojos que enamorarían a cualquiera y un rostro que roza la perfección, Kristina Pimenova se ha ganado por méritos propios el título de “la niña más guapa del mundo”, así como el de joven promesa de la moda o futura top model, y todo ello con tan sólo 9 años. Aunque no es de extrañar de una niña que lleva desde los 3 inscrita en una agencia de modelos, un hecho que ha desatado la polémica sobre la contratación de menores a una edad tan temporana o la pérdida de su infancia.
Kristina Pimenova, modelo desde los 3 años
Hija de una ex modelo, Glikeriya Pimenova, y un ex futbolista, Ruslán Pimenov, Kristina puede enorgullecerse de tener un currículum repleto de grandes nombres de la moda, entre los que cabe destacar, Roberto Cavalli, Armani o Dolce & Gabbana, e incluso protagonizó su primera portada de Vogue en su edición Bambini cuando tenía tan sólo 7 años.
Kristina Pimenova está presente en casi todas las redes sociales, cuenta con perfiles en Facebook, Twitter e Instagram y en todos ellos tiene una legión de seguidores que no se pierden ninguno de sus pasos, que por cierto, son contados por su madre que además es su manager.
Belleza no le falta, y está claro que esta pequeña tiene un futuro más que prometedor en el mundo del modelaje, porque además de una genética benévola y unas características físicas envidiables, Kristina posee una fotogenia increíble. Es magnética.
El caso de Thylane Rose Blondeau
No obstante llegados a este punto es necesario preguntarse, ¿estamos ante un posible caso de sexualización de menores?, ¿se han rebasado los límites de empleo de un menor?
Hace algunos años Vogue tuvo que hacer frente a una situación similar por la contratación de Thylane Rose Blondeau, una modelo de tan sólo 10 años que además de ocupar la portada del suplemento Vogue Cadeaux de la revista, podíamos encontrarla en poses y actitudes demasiado “adultas” en la editorial del interior, uno de los trabajos más polémicos de Carine Roitfeld al frente de la publicación. Momento tras el cual se intentaron poner una serie de medidas a este tipo de prácticas, aunque no parecen haber surtido un gran efecto, además la edad mínima para desfilar y posar para una marca con sus líneas man y woman es de 16 años, una norma que también se ha visto quebrantada en varias ocasiones.
¿Pérdida de inocencia o futuro asegurado?
Llevamos un tiempo escuchando que la moda está sufriendo una revolución, que los cánones están cambiando – véase los especiales de belleza atípica I y II – y que se están abriendo nuevos caminos para su diversificación, como su estrecha relación con la tecnología, pero, ¿estamos llevando demasiado al extremo esta renovación?
Quizá debamos tener en cuenta que al fin y al cabo estamos hablando de niños, sólo eso, niños.
Fotos | Facebook Kristina Pimenova
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