A veces (demasiadas veces) pensamos que la belleza es algo reservado a las personas más jóvenes, y que poco pueden tener que ofrecer las mujeres de una determinada edad al loco mundo de la moda. En Rusia, un grupo de mujeres está desafiando ese estereotipo, y se encuentran mucho más cerca de las portadas de revistas de moda que de quedarse en casa cuidando a sus nietos.
Olga Kondrasheva, de 71 años, es un buen ejemplo de ello. Su imagen ha aparecido en la edición rusa de Cosmopolitan. «Tengo más de setenta años, pero mi vida aún está empezando de una forma muy interesante».
Admite que nunca antes había trabajado como modelo, pero que está fascinada con esta nueva faceta profesional. «Estoy descubriendo una nueva cara de mí misma. Cuando me están peinando y maquillando, tengo puesto algún outfit bonito y suena la música... es maravilloso», ha declarado.
La clave del éxito de Olga y otras compañeras está en la agencia de modelos Oldushka (algo así como viejecita), impulsada por el fotógrafo Igor Gavar, quien pretende mostrar que las personas mayores pueden trabajar en la industria de la moda, y que la belleza no está reñida con las arrugas y el pelo blanco.
Aunque con algo menos de repercusión pública que sus compañeras femeninas, también existen hombres modelos de más de 60. Tanto en un caso como en otro, además del interés por mantenerse activos (y atractivos), subyace una cuestión económica. En Rusia, la edad de jubilación es de 55 años para las mujeres y de 60 para los hombres, y la pensión media es de aproximadamente 185 euros, por lo que muchos lo hacen también para tener una fuente complementaria de ingresos.
De lo que no cabe duda, después de ver estas imágenes, es de que la belleza no tiene edad.
Imágenes | Oldushka.
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