Flor del desierto está basada en la biografía homónima de la ex top model internacional Waris Dirie, la primera mujer de color que apareció en la portada de Vogue en Europa y trabajó para las firmas más exclusivas: Chanel, L’Oréal, Revlon, Versace, Cartier y Levi’s, la película narra su fascinante vida de hija de nómadas africanos, donde fue víctima de la ablación, a top-model internacional y embajadora especial de las Naciones Unidas de África.
Una cinta que merece mucho la pena por cómo se desarrolla, por los modelitos que salen y por la historia en sí. Las fotografías que os muestro son de la película, además de el cartel de la misma. Os la recomiendo.
La persona elegida para interpretar la apasionante vida de Waris Dirie, ha sido la modelo Liya Kebede. Con unas medidas perfectas y una belleza muy significativa, comparable a la de Naomi Campbell, la etíope pone una nota exótica dentro del mundo de la moda: fue la primera mujer de color elegida como imagen de Estée Lauder, ha sido portada de prestigiosas revistas como Vogue, V, Elle, Harper’s Bazaar y Time’s Style & Design y ha trabajado para prestigiosas marcas como Yves Saint Laurent, Dolce & Gabbana, Louis Vuitton, Tommy Hilfiger. Y ahora también pone ese toque exótico dentro del cine.
Para que una adaptación autobiográfica funcione en el cine, depende mucho del actor o actriz que encarne al protagonista. El personaje de Waris aparece en casi todas las escenas de la película, por lo que el papel requiere una actriz capaz de llevar ese peso. Según el productor Peter Herrmann, fue imposible encontrar a una actriz conocida que tuviera los rasgos típicos de la gente del este de África. No quedó más remedio que realizar un casting para actrices menos famosas, incluso noveles. Y tras seis meses dieron con ella.
Kebede representa la belleza actual, es internacional, musa de diseñadores, destila modernidad, y ahora también es actriz.
Por cierto, se estrena el 5 de marzo.
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