En pleno siglo XXI y en medio del auge de los movimientos feministas en todo el mundo, la alopecia se sigue considerando un problema de salud eminentemente masculino. Sin embargo, la calvicie también es una preocupación para muchas mujeres. No en vano, el 30% de las mujeres en España padecen caída anormal del cabello, según el portal especializado Top Doctors. Y es que los estudios señalan que la alopecia femenina es un estigma social que aún no hemos superado y que tiene notables efectos sobre la autoestima de la mujer.
Sin duda, la eliminación de ese estigma pasa por una mayor visibilidad y la necesidad de concienciarnos de lo importante de la prevención y la aplicación temprana de tratamientos avanzados. Porque si los hombres pueden tomar medidas para revertir la calvicie y prevenirla, ¿por qué nosotras no? Por eso acudimos al consejo experto de los profesionales de la clínica capilar Insparya, que nos resuelven las dudas más frecuentes en torno a la alopecia femenina y nos dan las pistas para detectar cuándo hay un verdadero problema.
¿Alopecia o pérdida transitoria?
Nuestro cuero cabelludo pierde cerca de 100 cabellos al día y puede perder hasta 150 en épocas concretas del año, como el comienzo del otoño, cuando nuestra melena se resiente de los daños a los que la hemos sometido durante el verano. "Más allá de esta cantidad es preocupante y puede significar que la densidad capilar se encuentra afectada", señala Javier Pedraz, director médico clínico de Insparya.
Según el especialista, la mejor manera de detectar una caída anormal del cabello es observar "la cantidad de pelo en el desagüe de la bañera o en el suelo, después de peinar. Así, indica que "cuando esta comienza a tornarse considerablemente elevada estamos muy probablemente ante una caída excesiva de cabello, por lo que deberá considerar recurrir a una consulta de evaluación capilar".
Cuidado con el estrés
"La caída del pelo después del verano es habitual, ya que suele ser la manifestación del 'daño' que se produce en el pelo del cuero cabelludo durante el verano", explica Pedraz, que afirma que es una época en la que también puede tener influencia el mayor estrés que suele suponer la vuelta al trabajo. Porque la ansiedad y el estrés son factores que frecuentemente desencadenan la pérdida de pelo y están relacionados con lo que se conoce como alopecia areata, que se presenta sobre la cabeza en forma de parches circulares.
Y es que “cuando hay mucho estrés hay una bajada en el sistema inmunitario que puede provocar que aparezcan calvas localizadas en las que se pierde de manera súbita todo el cabello”, explica Carlos Portinha, CCO Chief Clinical Officer del Grupo Insparya. Este tipo de alopecia, según explica el especialista, no es en principio irreversible, ya que “la unidad folicular se mantiene ahí, y en un momento determinado puede volver a crecer el cabello”.
Por su parte, Pedraz advierte de que "si el periodo de estrés ha terminado, el proceso de recuperación del pelo de la zona suele comenzar de forma automática. En cambio, si el periodo de estrés continúa, pueden aparecer más zonas con calvas y el proceso puede durar más tiempo".
Alopecia postparto
La maternidad también puede ser desencadenante de una caída del cabello anormal, si bien los especialistas recomiendan no bajar la guardia. Durante el embarazo, el pelo de la mujer se muestra fuerte y resplandeciente debido a la actividad hormonal y el alto nivel de estrógenos. Esto evita que el cabello se caiga durante el período de gestación.
Lo que ocurre tras el parto es que la combinación del cansancio y el estrés en la madre durante los primeros meses, sumada a la disminución drástica de los estrógenos, provoca la caída de ese pelo que durante el embarazo se había mantenido intacto.
Aunque se trata de una caída temporal, el director médico clínico de Insparya nos recomienda estar atentas. "La alopecia postparto es relativamente frecuente pero ello no quiere decir que no pueda llegar a ser muy intensa y que no se deba tratar", asegura. En ese caso, explica que el especialista tendría que "valorar el grado de alopecia y la necesidad de realizar algún tratamiento médico, ya que la instauración de este podría no ser adecuada en el caso de que la paciente estuviera en período de lactancia".
¿Podemos tener predisposición a la calvicie?
El tipo de calvicie más frecuente en las mujeres es conocida como alopecia androgenética y viene determinada tanto por la genética como por los cambios hormonales. Es un tipo de calvicie con un patrón similar al masculino, pero que en las mujeres se manifiesta en el área superior de la cabeza, manteniendo el cabello en la línea frontal. "En este caso las mujeres empiezan perdiendo cabello, la densidad y el volumen poco a poco, y llega un punto en el que esta pérdida se acentúa en la zona superior", explican desde Insparya.
Las mujeres empiezan perdiendo densidad poco a poco, y llega un punto en el que la pérdida se acentúa en la zona superior
Por otro lado podemos pensar que contar con el pelo fino y una melena no muy abundante puede hacer que seamos más vulnerables a la caída del cabello. Sin embargo, desde la clínica capilar Insparya aclaran que la alopecia afecta por igual a mujeres con todo tipo de cabello, si bien los efectos son más visibles en las mujeres que lo tienen fino y escaso.
Pero lo cierto es que "los pacientes que de forma habitual tienen el pelo más fino o en menor cantidad, deberían estar especialmente atentos a una posible caída de pelo, ya que el aspecto visual se va a afectar de forma más temprana", afirma Javier Pedraz. "Ello no quiere decir que los pacientes con pelo más grueso o con mayor densidad no deban estar atentos, pero sus signos de alopecia se verán a más largo plazo", recalca.
Atención especial tras la menopausia
Los especialistas de la clínica Insparya advierten de que con la edad, aumentan las probabilidades de calvicie en la mujer, "debido principalmente a los cambios hormonales que se van produciendo con el paso del tiempo". Según Carlos Portinha, "las mujeres tienen un predominio de estrógenos que se pierden precisamente al llegar a la menopausia". Esto explica que "empiecen a perder el cabello más tarde que los hombres, por este desequilibrio hormonal que se suele dar a una edad más avanzada”.
Además de la alopecia androgenética, la más frecuente en mujeres, y la areata, que afecta a ambos sexos, hay un tercer tipo de alopecia que se asocia más a las mujeres que a los hombres: la alopecia fibrosante cicatrizal frontal. Es un tipo de calvicie en la que la caída del cabello evoluciona como una diadema, avanzando desde las orejas de modo lineal haciendo que el pelo retroceda de manera continuada. “Es un tipo de alopecia que suele darse principalmente en mujeres postmenopáusicas. No se sabe muy bien por qué, aunque se sospecha que puede tener un origen autoinmune”, indica Carlos Portinha.
"Este tipo de alopecia no tiene nada que ver con la genética, por lo que la enfermedad puede atacar de nuevo al cabello trasplantado", recalca Pedraz. No obstante, Portinha añade: "Si la mujer está bien informada y sufre con la pérdida del cabello, le podemos trasplantar unidades foliculares de las que nacerá cabello propiciando que, al menos durante unos años, vayan a sufrir menos con esta enfermedad".
Alopecia femenina: ¿cómo detectarla?
Aparte de los cambios hormonales y de la observación en casa, hay otras circunstancias que pueden llevarnos a detectar un problema de caída grave en nuestro cuero cabelludo. "Es frecuente que uno de los primeros signos de alopecia que un paciente puede llegar a notar sea la quemadura del cuero cabelludo en zonas de baño (playa, piscina) cuando antes no pasaba", afirma el director médico clínico de Insparya.
Este es un síntoma claro de que "nuestra densidad de pelo del cuero cabelludo ha disminuido" por lo que es recomendable "tomar medidas cuanto antes", ya que significa que hemos perdido la protección natural contra el sol y esta parte de nuestra piel está expuesta a problemas médicos entre los que se incluye el cáncer de piel.
Si nos preocupan esos cabellos que se acumulan en el desagüe o en el cepillo del pelo, el primer paso es prevenir
Además, con el paso de los años las mujeres podemos observar que nuestro pelo se vuelve más fino y adquiere una menor densidad. "Para considerar que se tiene un problema de alopecia, habría que valorar en qué grado ese pelo es más fino y cuánta es la densidad que se ha perdido", explican desde la clínica Insparya. "Todo ello nos determinará si estamos ante un proceso que entra dentro de la normalidad o, por el contrario, es un problema de alopecia que necesite tratamiento médico y/o quirúrgico", afirman.
En cualquier caso, los expertos advierten de que puesto que la alopecia femenina puede ser transitoria o definitiva, su valoración, así como la posibilidad de instaurar algún tratamiento médico como quirúrgico, debe ser realizada por especialistas en alopecia.
Cómo prevenir y combatir la alopecia femenina
Si nos preocupa que esos cabellos que se acumulan en el desagüe o en el cepillo del pelo puedan acabar siendo un problema, el primer paso es prevenir. Por un lado, cambiando nuestros hábitos de cuidado de la melena. Por ejemplo, usando el secador siempre con poco calor y a un palmo de distancia de la cabeza o evitando la tracción con el uso de las planchas del pelo. Igualmente, el uso continuado de gomas de pelo y cepillos agresivos puede favorecer la aparición de una alopecia por tracción.
Por otro lado, poniéndonos en manos de los profesionales. Hemos de saber que en los casos de melenas pobres, para mejorar el volumen y la fortaleza del cabello, existen tratamientos efectivos como los que se aplican en la clínica capilar Insparya. Es el caso de la mesoterapia nutritiva capilar y el PRP (Plasma Rico en Plaquetas). Por su mayor comodidad y alta eficiencia, la mesoterapia nutricional, es un tratamiento capaz de dar con una solución más a la medida, especialmente si se utiliza combinado con el PRP, que también ha dado muestras de gran efectividad en la lucha contra la alopecia femenina.
Igualmente, puede darse el caso de que hayamos observado que la línea de nacimiento de nuestro pelo se ha ido retrasando con el paso de los años. Según los profesionales de la clínica Insparya, en este caso habría que valorar la necesidad de instauración de un tratamiento médico, pero en la mayoría de las ocasiones, para recuperar pelo en esa zona, la única posibilidad pasa por realizar un microinjerto capilar.
En cualquier caso, según Portinha, “si empezamos más temprano, tendremos la posibilidad de mantener el cabello de la mujer durante más tiempo. Y si vemos que la caída avanza y se torna importante y visible, siempre tenemos la opción del trasplante capilar”.
Imágenes | Unsplash / Erik Mclean / Lucho Renolfi