Dicen que la realidad a veces supera la ficción y ni en las peores películas de miedo podríamos imaginar una historia como la de Mario Batali. El chef estrella de los Estados Unidos ha sido el último acusado en la ola de abusos sexuales, pero la historia no acaba ahí. Al parecer, Batali tenía una habitación donde asaltar a las mujeres que muchos la han calificado como The rape room.
Según The New York Times y The Cut, Trish Nelson -una camarera del restaurante donde trabajaba el chef, The Spotted Pig- ha desvelado que en el tercer piso se encontraba la rape room (sala de violación) donde las normas de conducta no existían y las camareras eran manoseadas por la clientela, además de trabajar más horas de lo normal.
El propio Batali no ha negado estas acusaciones, aunque confesó al medio no recordar esos sucesos a través de un e-mail.
Aunque no recuerdo que eso haya sucedido, no hay duda de que me porté terriblemente. No hay excusas. Asumo toda la responsabilidad y lamento profundamente cualquier dolor, humillación o incomodidad que haya causado.
Además, la propia Nelson ha añadido que en una ocasión trató de tocar sus pechos diciéndole que eran hermosos. "Mientras estaba sirviendo bebidas en su mesa, me dijo que debería sentarme en la cara de su amigo".
Fotos | L _ sands
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