Así baila Chanel al son de La Habana

Que Chanel haya decidido desfilar en La Habana, en medio del Paseo del Prado, es un acontecimiento de dimensiones épicas. Karl Lagerfeld tiene mucho ojo, y aunque sepa que ni por asomo podrán comprar los cubanos los carísimos vestidos y bolsos de Chanel, Cuba es el lugar de moda. ¿Y como la ha sentado a Chanel la inspiración cubana? ¿Cómo ha sido el desfile de la colección crucero 2017?

Karl Lagerfeld ha recurrido a la mezcla de lo femenino con lo masculino, de las faldas con los zapatos planos de cordones, y de los volantes con los chalecos masculinos. El blanco y el negro como dúo cromático fundamental de la casa Chanel se ha dejado colorear con los tintes alegres de La Habana con colores como el amarillo, el verde lima, el rosa pastel, el naranja, el turquesa, con flores y estampados tropicales. Algo casi sacrílego en la maison Chanel.

Hasta el tweed que tan poco tiene que ver con el clima cubano ha aparecido entre largos vestidos estampados y camisetas de turistas decoradas al estilo Coco. Mucho volumen y prendas sueltas para poder bailar toda la noche como lo hacen los cubanos.

El guiño a lo cubano lo ponen las boinas revolucionarias del Ché, las insignias cosidas en las casacas, los sombreros panamá, las guayaberas (esas camisas blancas que tan bien soportan el clima tropical del Caribe). Decididamente, a Chanel le ha sentado bien el toque cubano y la colección es vistosa, alegre, atrevida, pero sigue teniendo el chic de Chanel. Una gran fiesta a la que estuvieron invitados Gisele Bündchen, Tilda Swinton, Ana de Armas, Vin Diesel, Vanessa Paradis o Caroline de Maigret.

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