Que el ego de Paris Hilton es gigantesco, lo sabemos hace ya tiempo, viendo que no deja de lucir camisetas con su nombre y su cara estampada en ellas, e incluso yo diría que salir con un chico que se llamaba como ella (el millonario griego Paris Latsis) fue un ataque de vanidad. Además, emprende mil profesiones distintas pensando que ella está capacitada para hacerlas toda bien: actriz, cantante, empresaria, y ahora, diseñadora, sin que acaben con demasiado éxito (salvo la de empresaria).
Paris Hilton es uno de los ejemplos de que el dinero no da el buen gusto, por lo que su colección, que hoy mostramos, no es nada del otro mundo. Eso sí, repite los estampados con su cara que tanto la gustan.
A pesar de su dudoso gusto para vestir, ha conseguido poner de moda los vestidos largos para el día y las gafas de sol con montura de plástico en colores como el blanco o el rojo. Así que igual consigue vender alguna de estas piezas entre las adolescentes descerebradas de Los Ángeles y de la América profunda, sobre todo, por los precios, que van desde los 48 a los 98 dólares.
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Via | Fab Sugar