¿Cómo buscar trabajo en moda?

¿Cómo buscar trabajo en moda? Esa sería, sin duda, la pregunta del millón para quienes adoramos este medio, pero como todas las cosas buenas de la vida, no resulta una empresa fácil ni evidente; sobre todo ahora, porque con motivo de la dichosa crisis o amparándose en ella, cada día más revistas de papel cierran o dependen absolutamente de la publicidad para poder subsistir.

Siempre se ha dicho que la salud de una revista depende en un 65% de la publicidad, y el resto de las ventas en el quiosco, pero es que ahora son los directores de publicidad quienes marcan los temas sobre lo que se ha de escribir, el número de páginas que se le va a asignar al reportaje, y hasta a los expertos a los que se ha de entrevistar.

Pero, empecemos por el principio. Por lo general, quienes buscan trabajo en el mundo de la moda suelen ser jóvenes a quienes les apasiona este mundillo. Normalmente han estudiado o están acabando periodismo, publicidad, marketing, diseño o se han apuntado a alguna escuela de moda.

Bueno, pues es importante que sepan que si quieren hacer prácticas en una de las grandes revistas que son un referente en el sector, tienen que apuntarse en la secretaría de su universidad porque ellos son los que gestionan las solicitudes de estudiantes en prácticas, y tramitan los convenios de cooperación educativa.

Uno podría pensar que hasta que no se acaba la carrera no se pueden empezar a hacer prácticas. ¡Craso error! El que quiera tener alguna oportunidad de ser contratado debe solicitarlo durante sus dos últimos años de carrera enviando su CV al director de recursos humanos del grupo editorial al que pertenezca el medio en el que quieren trabajar, también a la directora de la revista o en su defecto a su asistente personal que será quien filtre todas las solicitudes.

Aunque un CV sea muy bueno, e incluso aunque llegue con una buena recomendación, el director de recursos humanos sólo permitirá que se contraten en prácticas a personas que estén acabando la carrera, y que se haya apuntado a los programas de cooperación educativa entre los estudiantes y las empresas porque así la empresa se desgrava fiscalmente.

Cursos Superiores Universitarios

De un tiempo a esta parte, muchas personas que llevaban tiempo trabajando en trabajos que no les llenaban ni les hacían felices, se han ido apuntando a una serie de cursos superiores que las seis grandes revistas en España que son un referente en el sector organizan al alimón con las universidades españolas (tanto públicas como privadas).

Se tratan de cursos on-line o semipresenciales. Se realiza todo on-line, salvo un fin de semana al mes en el que se asiste el viernes por la tarde y el sábado por la mañana a ponencias en aulas magnas de facultades donde prescriptores o líderes de opinión (que suelen ser directivos o CEO de grandes marcas) imparten una ponencia de una hora de duración, ¡muy bien pagada, por cierto! Una oportunidad estupenda de poder hacer preguntas a grandes directivos que al estar en un entorno académico probablemente respondan lo que no cuentan en entrevistas a otros medios.

Estos cursos suelen costar unos 2.000 euros, y duran lo que dura un curso escolar. Por lo general ofrecen un temario que el alumno se puede descargar a través de Internet, y están obligados a responder a ciertos controles que son supervisado por un tutor que los corrige, orientando también al alumno (en el mejor de los casos). Al final de curso, el alumno tiene que presentar un trabajo final que suele ser un plan de negocios, y obtiene un título que aunque no es un título universitario si que lleva el sello de la universidad adscrita.

Aunque en época de tiempos revueltos 2.000 euros supongan un gran esfuerzo para las familias, hay quienes se aprietan el cinturón para que sus hijos que no han cursado ninguna carrera, obtengan un título universitario. Aquellos que se sienten infelices en sus trabajos y están convencidos de que su auténtica vocación y su talento está en el mundo de la moda también se animan a compaginar su trabajo con este tipo de cursos, pagándoselos de su bolsillo, convencidos de que este título supondrá su pasaporte para la vida que siempre habían soñado, pues les permitirá hacer networking con sus otros compañeros y con los ponentes, y obtener la "estampita" que, presumiblemente, les abrirá todas las puertas.

En casi todos estos cursos se anuncian bolsas de trabajo. Estad muy atentos porque aunque los responsables del curso mantengan buenas relaciones con los directivos del grupo editorial, por lo general sólo se valorarán los CV de aquellas personas que cumplan los requisitos o consignas recibidas desde el departamento de recursos humanos de la empresa. Ningún curso puede garantizar unas prácticas; esencialmente, porque no dependen de ellos, sino del director de RR HH y, en última instancia, de la directora de la revista en la que quieran trabajar.

Algunas revistas han llegado a acuerdos con marcas de belleza y con agencias de comunicación para crear concursos en el que el ganador puede optar a tres meses de prácticas en cada una de estas empresas. Una opción muy interesante porque permite al afortunado ganador de estas prácticas obtener una visión bastante global de la industria de la moda. Claro que el ganador sólo puede ser uno.

Para optar a este "premio gordo" hay que ser un todoterreno: saber redactar como los ángeles, desenvolverse bastante bien en inglés - sobre todo a nivel de traducción -, tener conocimientos de maquetación, ser capaz de editar sobre maqueta, y tener un dominio absoluto de las redes sociales.

Las grandes cabeceras lo que suelen hacer es fijarse en personas con blogs propios que tengan muchos seguidores. Para ayudar a aumentar el tráfico de sus cabeceras digitales contratan a estas personas durante un año. El compromiso suele ser que el nuevo proveedor continúe suministrándoles determinados contenidos (8 al mes) con el fin de incorporarlos a la revista que lo va a contratar, bajo el paraguas del nombre de su blog, y luego escribir también 2 posts a la semana par la revista. La remuneración suele ser de unos 30 euros por post.

Lo bueno de estos acuerdos es que el grupo editor se compromete a hacer publicidad del blog, y a promocionarlo a través de cualquiera de sus numerosos canales. Si todo va bien, estos acuerdos se renuevan automáticamente. El peligro estriba que si en un momento dado deciden no renovar se puedan quedar con el blog. Por eso es muy importante registrar el nombre, y cederles sólo su explotación lo que dure el contrato (aunque luego se les tenga que entregar un back-up con todos los temas y fotos publicados). Pero sabed, que al cabo de unos años, los derechos de autor volverán a estar en manos de quien generó el contenido y escribió los temas.

Esta opción está muy bien cuando uno quiere hacer prácticas nada más acabar la carrera, porque si hacéis cuentas veréis que no supone más de 500,00 euros al mes. Cuando se vive en casa de los padres y lo tienes todo pagado, o cuando estos te mantienen aunque ya no vivas en casa, está muy bien porque presentarte diciendo que eres "Periquito de la revista tal" abre muchas puertas.

Luego, todo dependerá de ti mismo, de cómo te muevas, de los contactos que hagas, de tu profesionalidad y saber estar, de la calidad de tu trabajo, y la estela que vayas dejando.

Además se viaja mucho, y la revista reembolsa los pequeños gastos ocasionados durante el viaje, y algunas hasta destinan un pequeño presupuesto a dietas.

Yo no dudo de que haya veces en las que la flauta suene por casualidad, y haya gente que consiga trabajo a través del paro, de Infojobs, de grupos Linkedin, etc. pero la experiencia me ha demostrado que no hay nada como un buen contacto porque aun siendo muy bueno y tener muchos seguidores, hace falta un introductor de embajadores que apueste por ti, y te proponga para que se fijen y valoren tu candidatura.

La crisis en el sector editorial, que empezó en el 2008, ha hecho saltar todas las alarmas, y se ha cebado con los periodistas y editores de moda reduciendo más de un 15% los puestos en medios de comunicación. Todas las áreas han caído, menos la digital.

A principios de agosto, las cifras de desempleo entre periodistas eran de 17.100 despedidos, y 28.300 parados, aunque lo cierto es que probablemente no reflejen la realidad del sector, porque hay personas mayores de 50 años que ya agotaron su desempleó y que no se han vuelto a inscribir en el paro porque ya no confían en poder volver a ser contratados.

Las empresas prefieren contratar a personas jóvenes, y cualificadas, que dominen las redes sociales por 10.000 euros al año, que a personas con una cierta edad y trayectoria, cuya experiencia y la sombra de los sueldos que venían cobrando hasta que fueron despedidos los descalifica como candidatos.

Lógicamente, os estoy hablando desde mi experiencia, y todo lo que he expuesto lo hago exclusivamente en mi nombre. Si a algunos de los que nos leéis se os ocurre otras vías para encontrar trabajo, por favor, no dejéis de compartirlas con el resto.

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