Pasarela de excepción para las grandes marcas del mundo de la moda y de la Haute Joaillerie, escaparate impagable para los estilistas de peluquería, maquillaje y hasta para los expertos en Nail Art, y una ocasión única para que los actores, actrices y sus representantes se dejen ver para hacer networking, la alfombra roja de los Oscar se ha ido convirtiendo, con el paso de los años, en un gran negocio.
La repercusión mediática que tienen estos premios causa tanto revuelo que las grandes marcas están dispuestas no sólo a ceder desinteresadamente sus prendas más emblemáticas, sino incluso a diseñar modelos exclusivos, realizados sur mesure, para las actrices que tienen todas las papeletas de poder subir al escenario para recoger la famosa estatuilla - aunque para lograr ganar sus favores, tercie de por medio un talón. Claro que cuando se piensa en la audiencia y difusión de estos premios cualquier gasto está justificado, ya que el retorno de la inversión en lo relacionado con la inversión de tiempo y recursos está más que probada.
El fenómeno flash, las famosas como preescriptoras o líderes de opinión, el poderoso influjo de todo lo que sea lujo y bling bling capaz de despertar el deseo inmediato hace que a algunos avispados les falte tiempo para ofrecer on-line la posibilidad de adquirir el modelito, los zapatos, el clutch y hasta las joyas que acaban de lucir sus admiradas estrellas. ¡Cuestión de no dejar escapar ese momento de emoción!
Y como para muestra vale un botón, os invito a echar una ojeada a la página web de Moda Operandi fundada por Lauren Santo Domingo y Áslaug Magnúsdóttir. Esta web de lujo on-line lanzó, coincidiendo con la Fashion Week, una aplicación para smartphones que permitía, a quienes habían acudido a ver los desfiles, fotografiar las prendas que más les habían llamado la atención para recibir después una alerta cuando estos diseños estuviesen ya disponibles en su web.
Una experiencia digital que aprovecha el subidón de adrenalina que provocan las emociones, y que permite comprar casi en tiempo real las prendas y los accesorios de los que nos enamoramos a primer golpe de vista cuando se los vemos puestos a personas a quienes admiramos y a quien nos gustaría parecernos.
Por ejemplo, si os gustó el modelito de Marchesa que lució Karolina Kurkova realizado en falla de seda en color rosa palo con una especie de cola o miriñaque lo podréis adquirir en Moda Operandi por la módica cantidad de 3.995 dólares. Si estos precios os parece que se salen mucho de vuestro presupuesto, siempre podréis optar por los accesorios.
El original clutch que lució Naomi Watts en forma de concha de líneas gráficas y depuradas firmado por Rauwolf, y fabricado en plexiglas faceteado y tan brillante que parecía baquelita de la marca Constantinople podréis adquirirlo por 1.895 euros. Su original vestido de chiffon, en blanco y negro, adornado con paillettes y con estampado a tresbolillo de Armani Privé son ya palabras mayores.
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