Los Goya de la moda, uno de los premios más importantes en el sector, así definían muchos a los Premios Dedales de Oro durante sus primeras cuatro ediciones. No era para tanto, pero poco a poco iban ganando cierto valor o al menos eran mediáticos, algo que siempre se agradece en el mundo del emprendimiento y de la empresa de moda. Hace aproximadamente dos meses que la redacción de Trendencias recibía un comunicado informándonos de que habíamos sido premiados con uno de éstos galardones por ser el mejor medio del año, con un jurado compuesto por Agatha Ruiz de la Prada, Beatrice de Orleans, Javier Larrainzar, Elio Berhanyer, Victor Cucart, Rosa Villacastín, Nieves Herrero y el fundador y director Nacho Jacob.
Es cierto que los premios tenían un cierto reconocimiento dentro del mundo de la moda pero nada más recibir el comunicado, en el que por cierto, también se advertía del pago de 190 euros por el cubierto y por la cena de gala en el Hotel Palace, la redacción de Trendencias se puso en contacto con la organización. Con el fin de tener más información también preguntamos sobre el resto de galardonados, pero desde "Dedales de Oro" tan solo nos afirmaron que había 15 ganadores pero que las bases del concurso le impedían decirnos el nombre.
A partir de aquí todo parecía normal, un par de correos más antes de que llegara el gran día, en los que se informaba de la fecha de la cena en el Hotel Palace (13 de junio de 2014) y también la exigencia de vestido largo para las señoras y esmoquin para los caballeros. Todo indicaba que la entrega de galardones iba a estar a la altura de unos premios dignos y elegantes. Nada más lejos de la realidad.
Tres personas del equipo de Trendencias nos trasladamos hasta el lujoso hotel para recoger el premio. Nada más llegar tuvimos esa sensación extraña de que algo no saldría bien, y solo tuvimos que esperar unos minutos para ver que detrás de tal montaje, no había calidad ni reconomiento. En el hall del hotel había muchísimas personas con rigurosa etiqueta pero pocas caras conocidas en el mundo de la moda, todos ellos con su plaza reservada. Cuando entramos al salón donde tenía lugar la cena y la entrega de premios y tras encontrarnos con algún rostro familiar nos sentamos y comenzamos a observar atentamente la vorágine.
Me acerqué a la zona donde estaba el photocall, con el fin de hacer fotografías para nuestro artículo en Trendencias. Estaba organizado en el mismo lugar donde se entregaban los premios por lo que me encontré con la mesa donde estaban todos los dedales preparados para entregarlos. Ésta fue nuestra primera sorpresa, en la mesa no había los 15 dedales que esperábamos sino que a simple vista había más de 100. Esto nos pilló completamente de sorpresa pero todo continuaba con normalidad.
Premiar a todos es premiar a nadie
Cuando la gente tomó asiento, (aproximadamente 250 invitados) la presentadora comenzó con la entrega de premios con la presencia de Beatrice de Orleans y Nacho Jacob, pero ningún diseñador de los que según nos habían comunicado formaban parte del jurado. Empezaron dando los premios a los mejores diseñadores y aquí ya comenzamos a perder la cuenta de cuántos dedales se estaban entregando esa noche. Había diseñadores participantes de la Mercedes Benz Fashion Week como Miguel Marinero, Ion Fiz o Hannibal Laguna pero también modistas y sastres más desconocidos. Era la noche en la que se premiaba a todo el mundo, por lo que bajo nuestro punto de vista no se premiaba a nadie.
Para continuar con el despropósito, desde nuestra llegada al Palace, a las 21.00 de la noche, hasta que acabó la entrega de premios, las 00:00 de la noche, (imagináos lo que es entregar más de 100 premios), no tomamos más que agua. No hubo coctail y tampoco servían vino ni otras bebidas durante la entrega. La cena posterior, dejó mucho que desear en cuánto a calidad y cantidad.
Durante toda la semana pasada Trendencias se puso en contacto varias veces con los organizadores, Jacob Fitgerald Comunicación, para que nos hicieran llegar el listado de premiados y ha sido imposible recibir dicha información. No podemos confirmar si todo el mundo que acudió a la cena pagó el cubierto (es una práctica bastante habitual que consigue en muchos casos salvaguardar la independencia de los premios que necesitan sobrevivir sin influencias externas).
También hemos tratado de ponernos en contacto con el jurado que supuestamente había elegido a los más de 100 galardonados pero ha sido misión imposible. Tan solo nos ha contestado Agatha Ruiz de la Prada comunicándonos que le contactaron para ver la posibilidad de ser jurado pero que en ningún momento votó a ninguno de los ganadores, algo que sin lugar a dudas pone una vez más en evidencia a la organización y a los propios premios.
Definitivamente creo que con esta edición ha llegado el fin de los premios "Dedales de oro" ya que premiar a todos es como premiar a ninguno. Un premio tiene valor porque lo otorga un jurado con prestigio pero en este caso ni eso ha sido verídico. Está claro que planean serias dudas sobre si es un evento organizado para conseguir un alto beneficio por trabajo mínimo o para de verdad reconocer el trabajo de personas del mundo de la moda, aunque mucho lo merecían, lo que está claro es que creo que todos no pueden ser premiados. Con esta edición han estropeado el trabajo de las anteriores y mi recomendación desde aquí es que si alguna vez os llega un comunicado como a nosotros lo dejéis pasar, es la mejor opción.
Actualización: La Asociación Dedal de Oro vuelve a enviar emails a los 'afortunados premiados'. Si recibes uno como este, al menos puedes saber nuestra opinión y con qué te vas a encontrar.
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