El mundo de la moda llora la muerte de Alber Elbaz, quien desde 2001 a 2015 dio color, vida y diversión a la firma de lujo Lanvin. Pese a que todavía se desconocen las causas de su fallecimiento, la noticia la ha confirmado Richemont, grupo que forma parte de la última empresa de Alber llamada AZ Factory (con la que se proponía repensar la industria).
"He perdido no solo a un colega, sino a un querido amigo", asegura Johann Rupert, fundador y presidente de Richemont, tras emitir un comunicado. En él asegura que “Alber tenía una merecida reputación como una de las figuras más brillantes y queridas de la industria. Siempre me cautivó su inteligencia, sensibilidad, generosidad y creatividad desenfrenada. Era un hombre de una calidez y un talento excepcionales, y su visión singular, sentido de la belleza y empatía dejan una impresión imborrable ".
You made us dream, you made us think, and now you fly. Love, trust and respect, always. ❤️ #alberelbaz pic.twitter.com/zW2McWMMNx
— AZ Factory (@theAZFactory) April 25, 2021
Nacido en Casablanca, criado en Israel y emigrado a la ciudad de Nueva York, Elbaz trabajó para Yves Saint Laurent, Geoffrey Beene o Guy Laroche antes de enamorarnos con su derroche de personalidad a través del sello Lanvin.
Con una gran sonrisa en el rostro, sus inimitables gafas de pasta y su inmensa colección de pajaritas, hoy el mundo de la moda llora su pérdida, dejándonos un gran legado a sus espaldas.
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