En julio de 2015, la asociación PETA (People of the Ethical Treatment of Animals) mostraba un vídeo rodado en una granja de cocodrilos de Zinbabwe y en otra de Texas, que son quienes suministran a Hermès las pieles con las que luego fabricaban su famosos bolsos y las correas para sus relojes.
El reportaje desvelaba imágenes que ilustraban a la perfección la suerte reservada para estos animales, lo que hizo rodar ríos de tinta generando un controvertido debate. Como consecuencia de toda esta polémica, la cantante y actriz británica Jane Birkin se sumó a una iniciativa promovida por el actor Joaquin Phoenix en contra. También solicitó formalmente a los responsables de la maison Hermès que cambiasen el nombre al icónico bolso de cocodrilo que lleva su apellido desde hace treinta años.
Pues bien, después de que la firma publicase un comunicado en el que reconocía “un disfuncionamiento puntual durante el proceso en su granja de Texas”, lo que les valió ser objeto de una seria advertencia y la posibilidad de una denuncia en caso de no respetar los procesos recomendados por las normas internacionales, Hermès declaró que cualquier nuevo incidente pondría fin de forma inmediata a su colaboración con esta granja.
En cuanto a las imágenes rodadas en Zimbabwe, la firma ha declarado que eran anteriores a su asociación con la misma. Los responsables de esta marca de lujo también han asegurado haber puesto en marcha un riguroso programa de control y auditoría en lo relacionado con todos sus proveedores de pieles, que suplementará las inspecciones que regularmente se llevan a cabo desde hace diez años.
Según su agente, Jane Birkin se ha mostrado satisfecha con las disposiciones tomadas por Hermès por lo que la cantante y la firma se han reconciliado formalmente, permitiendo que el famoso bolso Birkin siga llevando su apellido.
En 1984, Jean Louis Dumas – que por aquel entonces era presidente de Hermès -, coincidió en un avión con Jane Birkin que, por aquel entonces, solía llevar todos sus objetos personales en un capazo de paja porque no le cabían en ningún bolso.
Aún así, accidentalmente se le deslizaron todas sus pertenencias. En vista de lo cual, Dumas se ofreció a diseñarle un bolso a las medidas de sus necesidades, por lo que transcurieron el resto del viaje intentando hacer el bosquejo del croquis del bolso.
Jane Birkin llegó a poseer 4 de estos bolsos, de los cuales tres de ellos se vendieron en subastas para recaudar fondos para obras de caridad en el 2007 y en el 2011. Imagino que este último se lo querrá dejar en herencia a su hija, la actriz Charlotte Gainsbourg o incluso a su nieta Alice a quien ya pudimos ver posando junto a su madre para Comptoir des Cotonniers.
Con lo cotizadísimos que están estos bolsos, y sabiendo que éste perteneció de verdad a Jane Birkin, no me quiero ni imaginar lo que podría llegar a valer, pues es un objeto cult que forma parte de la historia de la moda.
Fotos | Roland Godefroy
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