Aquí va otra adolescente más que sumar a la lista de nuevos talentos y musas inspiradoras: Kristin Stewart. Sólo que a esta no hay que ponerla en entredicho porque parece que la chica, tiene madera. Si antes las atrices sobresalían a partir de los 20, ahora, si ya los has cumplido, poco tienes que hacer en la industria cinematográfica, y Stewart, a la que no le une ningún parentesco con el cantante (Rod), todavía tiene 18.
Ahora no solamente vale con que demuestres tener aptitudes para la interpretación, ahora te tienes que ceñir a un patrón global: debes ser o parecer rebelde, desaliñada, escuálida y misteriosa, y te tienes que dejar seducir a la fuerza por el mundo de la moda.
Es un pack. Tienes que ser buena en lo tuyo y además ejercer de trendsetter las 24 horas.
Stewart es el blanco perfecto: tiene una cuenta en MySpace en la que se retrata con sus amigos saliendo de fiesta, poniendo cara de circunstancia y haciéndose la irreverente; le encanta no peinarse, y empeñarse en tener ojeras, abusar de los jeans deslavados y las camisetas XXL.
Dado su último papel en el cine, es la protagonista de Twilight, adaptación al cine de una saga de libros de ciencia ficción en la misma línea de Harry Potter pero con tintes vampirescos, vendría a ser la versión americana de Emma Watson, aunque tire más hacia Cory Kennedy.
Y es que el fenómeno Twilight la va a encumbrar a la cima porque cuenta con el beneplácito de la nueva masa (la franja de edad entre 15 y 20 años). Kristen, que en el cine conseguía besar al ex-novio de Rachel Bilson, Adam Brody, en la película en la que compartía cartel con Meg Ryan, Entre Mujeres, tiene todos los ingredientes para convertirse en la próxima “it girl”.
De momento ya ha sido portada de Teen Vogue, y de aquí a que reclame sus servicios la mismísima Anna Wintour (aunque ella de más el pefil para ser carne de Roitfled), va nada.