En Nueva York hay una de las exposiciones que los amantes de la moda más ganas tenemos de ver. Más de 100 piezas y 70 accesorios de Alexander McQueen están expuestos en el Museo Metropolitano de Arte situado en Manhattan. Unos cuantos kilómetros de distancia para quienes vivimos en Madrid, aunque yo intentaré escaparme en verano y si hay suerte llegaría por los pelos puesto que el 31 de julio es el último día para visitarla.
En total, la exposición recoge casi dos décadas de actividad desde la primera colección en 1992 hasta la última que vimos en marzo 2010, un mes después de la muerte del diseñador británico.
Andrew Bolton, comisario de la muestra, centra sus palabras en destacar la importancia del amor en la obra de Alexander McQueen:
Para McQueen el amor era la más exultante de las emociones humanas. La moda le proporcionó un vehículo para expresar el amor de forma conceptual, con sus agonías y sus éxtasis, a veces de forma autobiográfica.
La muestra 'Alexander McQueen: Savage Beauty' (Belleza salvaje) está dividida por temáticas: 'mente romántica', 'romanticismo nacionalista', 'romántico exótico' y 'gótico romántico'. Una división que Bolton hizo inspirándose en el tatuaje que el diseñador británico tenía en el brazo derecho en el que aparecía una cita de 'Sueño de una noche de verano' de Shakespeare.
En cada apartado se trata un aspecto concreto de la obra de McQueen, quien según Boltón, creía "en el poder del amor de transformar la fealdad en belleza".