A la cabeza de las personalidades que asistieron a la gala anual que celebra Raisa Gorbachev en la ciudad del Támesis a beneficio de su propia fundación en favor de los niños con cáncer, y no solamente por rango, Carlota Casiraghi. Es difícil ser más guapa que ella, que se ponga lo que se ponga, para bien o para mal, nunca le hará sombra a su espectacular rostro de rasgos perfectos. Su estilo es discretísimo. Ha salido a la madre. Como digo, no le hace falta cubrir con adornos lo que ya es único, y su innato glamour, es genético, no prefabricado ni edulcorado, ella, no necesita aditivos.
A la fiesta organizada en la capital británica, ciudad en la que por otra parte, reside hace algún tiempo con su novio, Alex Dellal, que la acompañaba al evento, y en la que "trabaja" (lo de las comillas es porque son palabras mayores) cómo columnista de moda para un reputado periódico, acudió con un precioso vestido gris perla asimétrico, tornasolado, vaporoso, y muy sencillo, de esos que ni te quitan, ni te ponen, de los que son un acierto fijo.
Desde luego era la más bella del lugar, aunque junto a ella, estaban también otras guapas de manual como Emily Blunt, de la que todos nos acordamos por su personaje de El diablo viste de Prada y que iba de Temperley, Kate Beckinsale, muy elegante de largo y de blanco, o la modelo Petra Nemcova, con un vestido gris rata que creo, fue un compañero bastante traicionero...
Entre otras célebres invitadas, Mary J. Blige, muy favorecida de Versace, Stella McCartney, Orlando Bloom y su novia Miranda Kerr, tan acaramelados que ni me atrevo a ponerlos, o la multimillonaria, Daphne Guiness.
Vía | hola