Por fin llegó el gran día y la película de Sexo en Nueva York se estrenaba por todo lo alto en el ilustre Radio City Music Hall de la ciudad de los rascacielos. Las protagonistas del evento estaban espectaculares, y es que jugaban en casa, todas resplandecían, pero si me lo permitís, Sarah Jessica Parker deslumbraba con un fabuloso Nina Ricci, del que ya sabéis lo que pienso, simplemente epatante. No me esperaba que fuera esa su elección, ella que no suele decantarse por el largo, pero parece que me rindió homenaje porque optó por Theyskiens y además se dejó el pelo suelto.
De las invitadas a la premiere no se puede decir lo mismo, no todas iban guapas o ni siquiera convenientemente elegantes. Del gremio de las cantantes de r'n'b y hip hop encontramos una nutridísima y pintoresca representación, no podía ser menos en la ciudad que ha dado a luz a tanta estrella del rap, entre ellas, Mary J.Blige, que últimamente no se pierde una y estuvo también en Cannes, Lil Kim, conocida en España por el extitoso Lady Marmalade y famosa en Estados Unidos por su participación como jurado en un concurso que buscaba a las próximas Pussycat Dolls, entre otros; Michelle Williams, la prima de Beyoncé Knowles y componente de las Destiny's Child, especialmente agraciada con un vestido morado, y Fergie, en su línea, bastante desatinada.
Todas muy coloristas, algunas incluso chillonas, como la pequeña Lil, que nunca brillará por su particular gusto, pero mira Mary J. Blige, cuyas facciones y apariencia física no pueden ser más severas pero siempre intenta suavizarlas con acertados estilos de señorona refinada. Otra cosa es que consiga dejarse en casa su innato look de mala.
No podía faltar tampoco a la puesta del largo del film una de las co-protagonistas e intérprete de una de las canciones de la banda sonora, Jennifer Hudson, que lucía un vestido modificado de la colección de invierno de Peter Soronen en tonos metalizados y que estilizaba al máximo su bonita figura. Aunque no os suene el nombre, su primer desfile en la semana de la moda de la Gran Manzana tuvo lugar el año pasado, la misma Sarah Jessica y Reese Witherspoon son algunas de sus clientas.
Anna Wintour tampoco quiso faltar al estreno y eligió un delicado y exquisito Oscar de la Renta de su colección Resort 2009, recién salido del horno. Como único complemento, sus inseparables y enormes gafas.
Ashley Olsen me sorprendió para bien y eligió un look muy sereno y moderado, enfundada en un pantalón ancho en negro que combinaba con una camisa y un fajín en color perla, un maxi blazer blanco, una preciosa cartera de mano en piel marrón y unas alpargatas de plataforma, lucía absolutamente discreta, quizás demasiado. Sin apenas maquillaje y la melena al viento, estaba muy favorecida y bella. Nada que ver con lo que se hubiera puesto su gótica hermana.
Molly Sims y Emmy Rossum, de Carmen Marc Valvo, fueron otras de las célebres asistentes, ambas espléndidas, sobre todo Sims, cuyos Louboutin en color beis me encantan, creo que es una práctica que voy a hacer habitual a partir de ya mismo, porque unos salones en crudo quedan bien con todo.
Vía | Variety